En el cielo piratas (III)

Los ataques suicidas del 11 de septiembre de 2001 dejaron cerca de 3 mil muertos, incluidos 19 terroristas, y unos 6 mil heridos.

Servicios de inteligencia estadounidenses identificaron a los kamikazes como integrantes de movimientos yihadistas islámicos, influenciados por Al Qaeda de Osama bin Laden.

Abordo del vuelo 11 de American Airlines, que se estrelló contra la Torre Norte, iban Walid al-Shehri, Wahil al-Sheri, Abdul al-Omari, Satam Sugami y Mohammed Atta.

Este último vivió en Hamburgo, Alemania, donde, según las autoridades germanas, era director de una escuela de enseñanza del Corán.

Atta se instaló en 2010 en el sureño estado de Florida para realizar un curso de piloto. Tomó el avión en el aeropuerto de Boston.

Al-Omari, un piloto saudita, llegó en el mismo año a Vero Beach, Florida, y tomó un curso sobre seguridad aérea.

En el vuelo 175 de United Airlines, que golpeó la Torre Sur del WTC, se encontraban Marouan al-Shehhi, Fayez Ahmed, Mohald al-Shehri, Hamza al-Ghamdi y Ahmed al-Ghamdi.

Los terroristas del vuelo 77 de American Airlines, que cayó sobre una parte del Pentágono en Washington, fueron identificados como Khalid al-Mihdhar, Majed Moqued, Nawaf al-Hazmi y Salem al-Hazmi.

El vuelo 93 de United Airlines, que se estrelló en Pennsylvania, llevaba a bordo a Ahmed al-Haznawi, Ahmed al-Nami, Ziad Jarrah y Said al-Ghamdi.

VUELO 93

Ni los pilotos ni los pasajeros ni los secuestradores vivieron para contarlo...

El avión del vuelo 93 del United Airlines cayó al sureste de Pittsburgh y se convirtió en "testigo" del atentado.

En sus dos horas de viaje, pasajeros y pilotos de este vuelo opusieron resistencia ante los secuestradores y evitaron el cuarto ataque.

El Boeing 757 salió con 45 personas a bordo de Newark rumbo a San Francisco a las 9:10 (hora de México) y fue el último de los cuatro aviones secuestrados por terroristas suicidas.

Por ser el último, y por las llamadas realizadas desde el vuelo al saberse secuestrados, pasajeros y pilotos se enteraron de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York y anticiparon que ellos también se convertirían en una bomba.

Esto y el súbito viraje de casi 180 grados para cambiar su rumbo de San Francisco a Washington les dio valor para lograr ser el único de los cuatro aviones secuestrados que no se estrelló contra el objetivo: en principio se dijo que la Casa Blanca, pero después los propios terroristas detenidos revelaron que se trataba del Capitolio.

Una transmisión al centro de...

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