El cineasta en "Los que no somos Hollywood"

AutorJaime Humberto Hermosillo

Me era absolutamente imposible negarme a participar en este simposio, por la importancia y la nobleza que implica, por lo que se está luchando y por mi fascinación y amor a María Rojo. Debo decir que cuando la semana pasada me dijeron mándanos la ponencia, temblé y dije: "Pero cómo, ¡tiene que estar escrita! Les puedo decir un título", y ni el título tenía y dije: "Pues bueno, ¡Viva Babel!", y con algo de seriedad encendí mi computadora y puse: ¡Viva Babel! Y empecé a anotar algunas cosas que se me vinieron a la cabeza, rápidamente se me agotaron las ideas y dije: "No te preocupes Jaime Humberto, tomas el punto número uno, lo desarrollas y se va a ir ampliando y saldrás de este apuro".

Cada día sucedía lo contrario: quitaba un punto y llegaba de nuevo a tener solamente el título de la ponencia: ¡Viva Babel!, entonces mi pánico escénico continúa, pero me dije: "Aprovecha para decir lo que siempre has querido decir". No tengo nada preparado y quiero agradecer, primero, que he hecho cine. Soy muy individualista, me encierro en mi torre de marfil, y de pronto me asomo y voy a alguna reunión del sindicato de autores o de directores a lo largo de mis ya 30 años de estar haciendo cine.

He estado en muchas ocasiones en eventos (palabra horrible), simposiums, reuniones donde se plantean los problemas que he oído tantas veces: la repartición del cine en la taquilla, el famoso tiempo de pantalla, etcétera, etcétera, y luego se quedan los luchadores a seguir batallando, y yo vuelvo a mi torrecita de marfil y escribo otro guioncito y hago otra peliculita...y ahora agradezco a todos los que han estado luchando durante estos treinta años para que yo pueda estar tranquilo, escribiendo y naciendo pe-liculitas.

Tengo cosas terribles que decir: mea culpa. Señores, señoras, he renegado de hacer cine en español, porque en ocasiones he pensado: si esta película mía estuviera hablada en inglés tendría más público. Pues cuando los asistentes de países sudamericanos vienen y dicen, los de mi edad e incluso más jóvenes: "Veíamos a María Félix, a Pedro Infante, el cine mexicano significó mucho para nosotros". Yo no, en mi infancia crecí viendo cine norteamericano, ya desde entonces mi director favorito, al que yo quisiera imitar, al que trato de que mis películas al menos formalmente se parezcan (porque en la temática no tengo nada que hacer) es John Ford. Conmigo la penetración cultural fue bárbara. Todavía sueño con dirigir a Deborah Kerr o a Janet Leigh. Y mi...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR