Comentario en torno a "Pedestal peligroso", de Denise Dresser

Señor director:

Tampoco es nuevo señalar a los medios de comunicación que -salvo algunas excepciones- contribuyen a la exacerbación, como en el Movimiento estudiantil de 1968, el Halconazo y el caso Ayotzinapa.

Sin sumarla en el costal de quienes azuzan e impulsan la confrontación social, Denise Dresser, en su artículo titulado "Pedestal peligroso" (Proceso 2197), habla de "un séquito empeñado en colocar a AMLO sobre un pedestal peligroso".

Antes de seguir con el tema debo aclarar que he disfrutado todos los artículos que Denise publica en esta revista -es a la única que leo- por su prosa y contenido. No obstante, el texto que cito de ella me dejó un tanto sorprendido porque siento que no toma en cuenta que de los millones de votantes que elegimos a López Obrador sólo una minoría se puede considerar militante del partido Morena y, por consecuencia, fiel seguidor del tabasqueño.

El voto no le favoreció a AMLO sólo por tratarse de él, sino porque entre el resto de los candidatos había dos que representaban más de lo mismo y otro que no tenía nada que hacer en la contienda por la presidencia.

Parace que no hay manera de contradecir que los resultados de las elecciones últimas hubieran sido diferentes tras una mejor labor del gobierno que estaba en turno y con la participación de otros candidatos en el reciente proceso electoral, como la señora Margarita Zavala en lugar de El Bronco.

En este inicio de sexenio al presidente de la República no se le está dando algo más que la oportunidad y tiempo para reparar los estropicios que causaron los gobiernos anteriores. Es una tarea comparable a meterse en un campo infestado de serpientes venenosas o a hacer poesía en una playa en la que abundan los zancudos.

Denise, sobre la construcción del país, invita a la "deliberación y al debate", pero ¿en dónde debatir? Por experiencias laborales sé que de las acaloradas discusiones surgen acciones consensuadas para alcanzar un propósito común, pero los ciudadanos de a pie no tenemos ni foro ni interlocutor.

Los representantes populares, quienes serían los portavoces de los ciudadanos en los ayuntamientos, en los congresos estatales y en el Congreso de la Unión, no se dejan ver entre sus representados, salvo en los festejos donde conviven y conbeben con la crema y nata de la sociedad, mas no con el requesón.

Finalmente expreso mi sentir que creo que comparten muchos ciudadanos; no guardo veneración a Andrés Manuel López Obrador, aunque lo he seguido desde que...

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