Conagua vs. Carso

AutorEmilio Godoy

Una batalla legal entre la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y varias empresas constructoras dejó al descubierto mala planeación e improvisaciones en la construcción del Túnel Emisor Oriente (TEO), una de las obras señeras de los gobiernos federal y capitalino.

Esos problemas tienen que ver con el diseño y ensamblaje de tres tuneladoras para abrir los boquetes gigantescos destinados a la tubería, y cambios en la ruta de las excavaciones.

La Conagua, dirigida por José Luis Luege, acusa a las compañías Carso Infraestructura y Construcción (Cicsa) -división del Grupo Carso, del magnate Carlos Slim-y Constructora Mexicana de Infraestructura Subterránea (Comissa) de los retrasos en la obra y los malos cálculos de varios tramos del tendido.

A fin de imponerles sanciones, la dependencia inició el 17 de septiembre un juicio civil en la Corte del Distrito Norte de Ohio para que la estadunidense The Robbins Company, involucrada en el proyecto, entregue cartas, memorandos, notas, dibujos, cheques, telegramas, grabaciones, fotografías, registro de llamadas telefónicas, minutas de reuniones de accionistas o directores y correos electrónicos sobre los equipos utilizados.

El TEO, que atravesará varios municipios del Estado de México y de Hidalgo, fue ideado para aumentar la capacidad para descargar y transportar las aguas residuales del Distrito Federal a fin de respaldar al Emisor Central inaugurado en 1975 y así evitar una eventual gran inundación en la Ciudad de México. El sistema desembocará en la planta de tratamiento de aguas de Atotonilco, Hidalgo, que procesará los desechos líquidos para obtener agua de riego agrícola.

El túnel tendrá 24 lumbreras con profundidades que van desde 26 hasta 150 metros. La construcción de sus 62 kilómetros se dividió en seis secciones de aproximadamente 10 kilómetros cada una.

Las lumbreras son fosas circulares que sirven de respiraderos y para darle mantenimiento a la obra e introducir equipos de perforación. Seis de ellas serán de ensamble, donde descenderá maquinaria para construir los tramos. Las lumbreras de ensamble son las números 0, 5, 10, 13, 17 y 20, y fueron el motivo de divergencias entre las empresas, como lo exhibe el expediente l:12-cv-02346-CAB, consultado por Proceso.

El 4 de septiembre de 2008 Conagua invitó a las empresas Carso, Ingenieros Civiles Asociados (ICA), Construcciones y Trituraciones (Co-trisa), Constructora Estrella y Lombardo Construcciones a participar en la preparación del plan de proyecto y la construcción de esa gran tubería. Posteriormente, esas compañías formaron Constructora Mexicana de Infraestructura Subterránea (Comissa).

A partir de entonces firmaron contratos para definir las responsabilidades de cada parte en la ejecución del proyecto.

Robbins, asentada en Ohio, y Cicsa rubricaron el 26 de octubre de 2008 un acuerdo para la compra de maquinaria. La Conagua y Comissa firmaron el 14 de noviembre de 2008 el Acuerdo Gubernamental de Construcción Mixta SGAPDS-GIHP-DF-MEXHGO-08-008-RF-AD, para preparar el plan maestro y de construcción de la obra, tasado en 9 mil 595 millones 580 mil 544 pesos con 89...

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