"Conmemoración a la mexicana"

AutorSamuel Máynez Champion

Hablamos del compositor Mario Ruiz Ar-mengol, quien naciera en el puerto de Veracruz el 17 de marzo de 1914 y falleciera el 22 de diciembre de 2002 en Cancún. Y ante tal afrenta -sería imposible no considerarla así, no obstante su monótona constatación en lo que respecta a nuestros músicos "serios"-, esta columna se puso en contacto con la doctora Flora Ba-rrientos, quien se ha echado a cuestas la tarea de divulgar la obra de RuizArmengol sin escatimar esfuerzos y sin arredrarse ante las dificultades.

Cabe decir que Flora es una pianista distinguida, también veracruzana, que concluyó una maestría en la Sorbona de París -con el análisis de las 19 danzas cubanas de RuizArmengol-y que recién finalizó su doctorado -con mención honorífica- en la misma universidad, abordando la obra completa para piano -con un corpus de 200 composiciones- de su minusvalorado paisano. También es de anotarse que no es la única persona(1) que ha intentado eximir a Ruiz Armengol del prejuicio que aún pesa sobre su figura: aquel de encasillarlo despectivamente como músico popular, pero sí una de las más determinadas en la búsqueda de una valorización plena del personaje, en cuanto a creador de música de concierto.

Acorde con su testimonio, la recepción que tuvieron sus proyectos de tesis en Francia, así como la de los públicos europeos que la han escuchado interpretando las obras más representativas de RuizArmengol, no hay punto de comparación con el desdén endémico que México les prodiga a sus músicos. Con la antelación debida, mandó diversas propuestas a las instancias que creyó idóneas, y prácticamente todas se evaporaron en el aire. Pensó, por ejemplo, que era el caso de que se imprimiera un timbre postal conmemorativo, así como la reedición de partituras y grabaciones. Tampoco logró convencer a los directores de orquesta que se dignaron oírla para que unieran esfuerzos, ni a las instituciones veracruzanas que hubieran debido sumarse. Exceptuando al par de iniciativas federales -una de la Fonoteca Nacional y otra de la Coordinación Nacional de Música y Ópera de Bellas Artes- lo que se hizo fue ridículo, sobre todo, fue notorio el desinterés que manifestó el propio Estado natal del eminente compositor. Más de lo mismo para seguir malogrando los frutos de nuestro optimismo.

Pero detengámonos en el perfil biográfico del maestro veracruzano y en las particularidades de su música para entender por qué tendrían que haberse organizado celebraciones a granel. Digamos para...

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