El Consejo de Seguridad de la ONU y el mercado del arte

AutorJorge Sánchez Cordero

Las fuerzas estadunidenses le confiscaron a Sayyaf varias USB que contenían información sensible sobre las transacciones financieras de ISIL, así como documentos confidenciales que revelaban toda la estructura de esta organización terrorista y, más aún, la forma en que obtenía beneficios económicos de los territorios bajo su control.

El decomiso incluyó numerosas antigüedades, joyas y monedas de las épocas helénica y romana, todas debidamente documentadas mediante fotografías. Las piezas se encontraban ya embaladas para ser introducidas al mercado negro internacional.

El personal de Sayyaf extorsionaba a los mercaderes de la región, a quienes les exigía pagar 20% del valor de las antigüedades que se encontraran en su posesión, pagadero en dólares; de lo contrario quedaban sujetos a requisas con indemnizaciones ínfimas.

Con la información incautada, en diciembre de 2016 el Departamento de Justicia estadunidense inició en el Juzgado de Distrito de Columbia una acción de decomiso de todas aquellas piezas provenientes de la zona de conflicto que habían sido introducidas al mercado de arte (Case 1:16-cv-02442). En el sistema estadunidense la confiscación sólo puede ser decretada por la judicatura.

El juzgado conminó además a los comerciantes de antigüedades a consultar previamente el portal de internet FBI's National Stolen Art File del Federal Bureau of Investigation (FBI) so pena de verse expuestos a una requisa.

En Grecia el departamento que combate el tráfico ilegal de antigüedades, dependiente de la policía, considera que existe una clara correlación entre el aumento de ese tráfico ilegal y la proliferación de organizaciones criminales. Su dictamen es irrefutable: la implicación de éstas en el pillaje de ese tipo de piezas es la más grave consecuencia del fenómeno del contrabando.

La estrategia de los conglomerados criminales es amalgamar las piezas auténticas con las apócrifas; es el caso de las figuras pertenecientes a la cultura cicládica, oriunda de las islas del mar Egeo y muy preciadas en el mercado del arte (Konstan-tinos-Orfeas Sotiriou).

El corolario es evidente: los bienes culturales en poder de las organizaciones criminales y grupos terroristas participan del mismo principio informador; más aún, están entreverados. La consulta de la base de datos denominada Intercambio de Recursos Electrónicos y Leyes sobre la Delincuencia (Sherloc por su acrónimo en inglés), de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por sus siglas en inglés), resulta...

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