El Consejo de Seguridad de la ONU y los nuevos enigmas culturales (Segunda y última parte)

AutorJorge Sánchez Cordero

A lo anterior se sumaron serios daños a la ciudad croata de Vukovar, donde las tropas serbias vandalizaron sitios medievales como el castillo Eltz del siglo XVIII y su museo, las villas romanas de Split, la fortaleza de Stara Gradiska y el complejo cultural de Jasenovac. En diciembre de 1991 se perpetró el mayor ataque al centro histórico de Dubrovnik, cuya devastación se erigió como el epítome de la agresión contra el patrimonio cultural de la humanidad.

La intención era evidente: aniquilar todo vestigio de identidad del adversario y dejar en la orfandad a las generaciones futuras en cuanto a la significación de sus raíces.

Ante las atrocidades de esa guerra, el Consejo de Seguridad (CS) de la ONU (Resolución 827 de mayo de 1993) creó el Tribunal Penal Internacional para la Antigua ex Yugoslavia (CPIY), con el propósito de enjuiciar a los perpetradores. En su Estatuto de creación se hace especial referencia a la necesidad de combatir la alteración o destrucción de las instituciones dedicadas a los cultos religiosos, la filantropía, la educación, las artes y las ciencias, así como de los monumentos históricos y de las obras de arte y científicas (Artículo 3d). El Estatuto evitó deliberadamente emplear el término propiedad cultural, lo que revela la carencia de una definición uniforme al respecto en los instrumentos internacionales.

En la época prevalecía una tendencia antropocéntrica en la jurisprudencia internacional, toda vez que los crímenes en contra de las personas predominaban sobre los cometidos en perjuicio del patrimonio cultural. El Estatuto y resoluciones del CPIY son un parteaguas al ponderar la salvaguarda de ese legado en tiempos de conflicto bélico y concluir que su destrucción provoca efectos deletéreos perennes en las comunidades; el CPIY sentenció que ésta constituye un crimen conforme al derecho internacional consuetudinario y sin duda un elemento de los crímenes en contra de la humanidad.

El precedente Dubrovnik fue una de las evidencias en el desahogo de los juicios, en especial el Prosecutor u. Tadic, n. IT-94-1-A y el Prosecutor u. Blasfeic IT-95.14.

En junio y julio del 2012 fueron profanadas tumbas islámicas en Timbuctú, Mali, famosas por su gran belleza. Entre ellas se encuentran varios mausoleos y las puertas de la mezquita Sidi Yahya.

La destrucción de las tumbas fue realizada a plena luz del día aun cuando su importancia era meramente religiosa e histórica y no constituían objetivos militares. La zozobra cundió...

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