Consideran a España cómplice del genocidio en Yemen

AutorTémoris Grecko

En su intento de escapar de los enfrentamientos en Yemen, 22 niños y cuatro mujeres fueron interceptados por un avión saudita de combate que los aniquiló con un misil de alta precisión guiado por láser.

Esto ocurrió el 23 de agosto. Recordar la fecha precisa es importante porque, en el bombardeo de información, este incidente puede ser confundido con otro que tuvo lugar dos semanas antes, el 9 de agosto: los profesores de una de las pocas escuelas que aún funcionan llevaban a un grupo de alumnos de primaria a un cementerio, a pasar el día: ya no hay lugares verdes donde puedan jugar, excepto los camposantos. Cuarenta menores y 11 adultos fueron masacrados por la fuerza aérea de Arabia Saudita, que atacó el autobús que los transportaba.

También con un misil láser, infalible. El jueves 6, el alto mando de la coalición militar que dirigen los sauditas admitió que en ambos casos "podría haber daños colaterales y bajas civiles", declaró su vocero oficial, el coronel Turki al Maliki, quien reafirmó el compromiso de aplicar "los más altos estándares de selección de objetivos y los principios de la ley humanitaria internacional".

Y los británicos aplaudieron este ejemplo "casi sin paralelo de admitir errores y señalar cuáles fueron", en palabras de Alistair Burt, ministro para Medio Oriente.

Es la postura de uno de los países que más venden a los sauditas armas que son empleadas contra civiles en Yemen, y a los que, en un informe de la ONU publicado el 28 de agosto -en el que se denuncian crímenes de guerra-, se les pide que suspendan ese comercio mortal.

Esta exigencia es apoyada por cuatro grandes organizaciones internacionales de la sociedad civil, Amnistía Internacional, Greenpeace, FundiPau y Oxfam Intermón, que impulsan "Armas Bajo Control", una campaña que intenta terminar con el envío de armamento a países y grupos que violan sistemáticamente los derechos humanos.

En el último lustro Estados Unidos proveyó 61% del armamento que compra Arabia Saudita; Gran Bretaña, 23%; Francia, 3.6%; España, 2.4%, y Alemania, 1.8%.

Aunque España ocupa el cuarto lugar de este grupo, en estos días se ha colocado en el centro de la polémica porque el gobierno socialista de Pedro Sánchez anunció la anulación de un contrato de venta al ejército saudita de 400 misiles con guía láser... y una semana después, el jueves 13, reculó porque, según el ministro de Exteriores, Josep Borrell, se trata de un convenio firmado por el gobierno anterior, el del derechista...

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