La construcción de la memoria, una decisión de poder: Rosas Rivera

AutorJudith Amador Tello

A partir de cuestionarse qué determina las políticas de conservación del patrimonio cultural, la construcción de la memoria y de la identidad, el urbanista y maestro en arte Miguel Ángel Rosas Rivera decidió estudiar tres casos emblemáticos de la Ciudad de México: El descubrimiento del Templo Mayor, el proyecto de rescate del convento de San Francisco y la restauración del convento de San Jerónimo.

Lo que ve es la negación de los diferentes pasados del país, la creación de una memoria a partir del olvido y una yuxtaposición arquitectónica de distintas épocas que han desarticulado la traza urbana. Y todo determinado por el poder político:

Al Centro Histórico no lo entienden bien nuestros gobernantes; hay una lucha entre distintas posiciones o visiones de gobierno y de ciudad. Y frente a esa gran desarticulación se construyen los procesos de identidad.

Su investigación, Ciudad de México, ico-noclastia urbana. Dos proyectos contrarios a la Carta de Venecia, será tesis doctoral en Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la cual es asesorado por el arquitecto Enrique X. de Anda, profesor en dicha universidad y especialista en historia cultural de la arquitectura del siglo XX mexicana.

A Rosas -explica en entrevista con Proceso-, le interesó estudiar el año 1978, cuando se destruye la arquitectura colonial de toda una manzana, entre las calles de Argentina, Justo Sierra, Guatemala y Seminario, para descubrir el Templo Mayor, luego del hallazgo fortuito de la escultura de la Coyolxauhqui, por una cuadrilla de trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro.

Es el ejemplo del poder, pues fue una decisión absolutamente presidencialista de José López Portillo, quien relató al final de su sexenio:

"Aquel 28 de febrero de 1978 sentí pleno y redondo el poder; podía, por mi voluntad, transformar la realidad que encubría raíces fundamentales de mi México, precisamente en el centro original de su historia, místico ámbito de su tragedia dialéctica aún no resuelta. Simplemente dije: exprópiense las casas. Derríbense, y descúbrase, para el día y la noche, el Templo Mayor de los aztecas." (Proceso, 583).

El segundo es el proyecto integral de rescate del exconvento de San Francisco, propuesto por los arquitectos Sergio Zal-dívar y Jaime Ortiz Monasterio igual hacia fines de los años setenta. Trabajaron en él durante 30 años con ciertos avances como la restauración de algunas de sus...

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