Se contactaron por internet y ahora celebran su gloria

AutorRaúl Ochoa

Jéssica Salazar y Daniela Gaxiola crecieron en mundos similares por coincidencia. En el caso de la primera, su familia practicaba el ciclismo por recreación; en la casa de la segunda, para competir de manera más formal.

Hace cuatro años, previo a los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, Gaxiola buscó en redes sociales a Salazar y a su entrenador, Iván Ruiz. Ambos probaban suerte en el ciclismo BMX, deporte extremo que combina la modalidad de carrera y las acrobacias con una bicicleta tipo cross con llantas de 20 pulgadas.

Daniela se preparaba en el Centro Mundial de Ciclismo de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y supo de Jéssica por referencias y el seguimiento que le hacía a distancia.

"Le veía cualidades para hacer una buena dupla. Le comenté que probara en el ciclismo de velocidad. Me respondió: 'Justamente estoy analizando si continúo en BMX o me inclino por el ciclismo de pista'", relata la corredora originaria de Culiacán, Sinaloa.

Salazar le confió que no tenía una bicicleta para practicar en pista. Para motivarla, Gaxiola se la prestó. "Te la envío y luego vemos cómo le hacemos". Además, viajó directamente a Guadalajara, lugar de residencia de su futura compañera, dispuesta a convencerla de que podrían iniciar una aventura juntas.

Ese mismo año, con apenas unas semanas de entrenamiento, ambas compitieron en el campeonato nacional de la especialidad con un equipo de ruta... Y ganaron. Un mes después participaron en su primer torneo internacional, el Campeonato Panamericano de Ciclismo de Pista Élite de Chile, e -inesperadamente- conquistaron el título en velocidad por equipos, luego de superar a las parejas favoritas: Monique Sullivan y Kate O'brien, de Canadá, y Juliana Gaviria-Martha Bayona, de Colombia.

Jéssica también se coronó en la prueba individual. Un año después revalidó el título como la mejor exponente de la velocidad en los 500 metros individual durante el Campeonato Panamericano en Trinidad y Tobago.

Pero habría más. En noviembre de 2016 el Velódromo Bicentenario de Aguasca-lientes fue el escenario de la mayor proeza deportiva de Jéssica Salazar: se convirtió en la ciclista más rápida del mundo. En la prueba de 500 metros contrarreloj femenil marcó 32.268 segundos, superando los 32.794 que hizo la rusa Anastasiia Voino-va en 2015.

Su marca fue homologada por la UCI hasta marzo de 2017; al año siguiente el nombre de Jéssica Salazar apareció en las páginas del Guinness World Records en sus ediciones 2018 y 2019.

Se...

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