Cortina de humo

AutorJosé Luis Sanz

TEGUCIGALPA.- Ante los aspirantes a competir en elecciones por la presidencia de Honduras, uno de los periodistas presentes en el acto, identificado como Blake, hace una pregunta muy comprometedora:

-Respondan uno por uno y en una palabra: ¿aceptarían la restitución de Mel Zelaya? ¿Sí o no?

De izquierda a derecha, primero, y en sentido inverso después, el micrófono pasa de mano en mano sin que nadie conteste hasta volver a su punto de origen.

Con el micrófono nuevamente en la mano, Elvin Santos, exvicepresidente y ahora candidato del Partido Liberal, rompe la tensión con otra pregunta formulada en tono de broma:

-¿Se nota que ninguno queremos responder?

Y, entonces, sí, se suceden los circunloquios y las frases a medias. No hay síes ni noes.

Los hombres que pretenden regir el futuro de los hondureños están ateridos: "Lo que ocurrió el 28 de junio -se atreve incluso a decir Santos- no es de nuestra competencia".

Se refiere al golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya que, tras ser encontrado en pijama, fue trasladado y abandonado en la madrugada por militares hondureños en el aeropuerto de San José, Costa Rica; y, desde luego, a la imposición, aquel mismo domingo, de Roberto Micheletti como sucesor, avalado por la cúpula empresarial local, la Corte Suprema de Justicia y las principales organizaciones políticas del país, empezando por el Partido Liberal, al que pertenecen Santos, Zelaya y Micheletti.

Los candidatos están preocupados. Acaban de salir de una reunión en el palacio de gobierno, donde se pidió a Micheletti una pronta negociación que zanje la crisis política. Minutos después se encontraron con Zelaya -quien continuaba encerrado en la embajada de Brasil en Teguci-galpa desde el 21 de septiembre tras haber entrado por sorpresa al país- para pedirle exactamente lo mismo.

"Buscamos el reconocimiento internacional", admite Bernard Martínez, candidato del Partido de Innovación y Unidad.

Argentina, Guatemala y Venezuela, entre otros países del continente, han adelantado que no darán por válida una votación bajo la autoridad golpista, y la ONU retiró el 23 de septiembre su plan de ayuda técnica al proceso tras decir que no hay en el país "condiciones para celebrar unas elecciones creíbles".

Por su parte, Micheletti reivindicó la legitimidad de la elección y aseguró el 30 de agosto, en el inicio oficial de la campaña electoral, que las urnas son "la solución única, final y definitiva". Sugirió que la llegada de un presidente salido de las urnas debe zanjar el debate internacional sobre la constitucionalidad de la deposición de Zelaya por las armas.

Óscar Arias, presidente de Costa Rica y mediador designado...

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