Crímenes como el de Tlatlaya son frecuentes en el país

AutorJesusa Cervantes

En México abundan las violaciones graves a los derechos humanos: padece desapariciones forzadas, soldados que fusilan a delincuentes, delincuentes que matan a policías, policías que se corrompen junto a funcionarios y funcionarios que ordenan ejecutar a civiles.

Los casos se acumulan porque existe impunidad, y el caso Tlatlaya es sólo la punta del iceberg. Debajo hay una gran masa de violaciones a las garantías individuales vinculadas a acciones del Estado. Así lo advirtió Javier Hernández Valencia, representante en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, durante un encuentro privado con el grupo de legisladores federales que investiga la muerte de 22 civiles a manos del Ejército el pasado 30 de junio, en Tlat-laya, Estado de México.

La atención que despertó esa matanza en organismos defensores de los derechos humanos nacionales e internacionales, sostiene Hernández en entrevista con Proceso, "permite aspirar a que, en la resolución o desentrañamiento del caso, se puedan desempaquetar problemas estructurales. (...) Los dos rieles paralelos de esos problemas estructurales en México son el de la procuración de justicia y el de la impunidad".

En el encuentro con los diputados les aseguró: "Si no se corrigen las fallas o si se da una tendencia a su 'encapsulamiento', nuevos casos surgirán".

Después, en entrevista, abundó: "Si no revisamos los sistemas de inteligencia, si no revisamos el conjunto de cosas (que ocurren) en entidades, en instituciones altamente jerarquizadas y altamente sis-témicas (como el Ejército), estamos sólo atendiendo una parte del problema".

El representante no quiso hablar de lo dicho en la junta privada. Sin embargo, este semanario obtuvo "las notas" que serán parte del informe final del grupo de trabajo legislativo.

La punta del iceberg

El pasado 5 de octubre, Hernández se reunió con el Grupo Plural de Trabajo para el caso Tlatlaya en la Cámara de Diputados. Ahí expresó que aquella matanza cuenta con elementos "abundantes" que no permiten soslayarla.

De acuerdo con las notas del grupo legislativo, el representante de la ONU asentó: "Tlatlaya es un epifenómeno, es la punta del iceberg: debajo hay una gran masa de violaciones a los derechos humanos vinculadas a acciones del Estado. Esto ha sido visible desde hace mucho tiempo para las organizaciones defensoras de los derechos y hoy es un detonante ante la opinión pública".

Les recordó que la anterior alta comisionada, Navenethem Pillay, indicó...

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