CRÓNICAS DEL METRO / Voces

No me importaría qué pensaran de mí, siempre y cuando me escucharan. De reojo, incluso frente a mis narices, veo el gesto de lástima con el que los pasajeros de este tren me miran, como si fuera un loco más que platica con su sombra, ¿a caso no te ven?

Es confortable saber que al menos tú entre esta multitud adormilada tiene oídos para escucharme. "Este País está mal, muy mal, y para acabarla este mugroso tren se va deteniendo", te digo a un volumen algo alto para hacerme oír entre los que me rodean.

"Y ahora ya no tengo trabajo. Hay que pagar el gas, hay que pagar la renta, hay que comprar papel. Estamos muy mal como País", digo sin poder reprimir la angustia y me jalo los cabellos de pura desesperación. Los pasajeros a mi alrededor me miran con rareza, ¿estarán escuchando lo que digo o simplemente se fijarán en mí por acto reflejo? Los comprendería si lanzaran sus miradas hacia ti, que vestido de los pies a la cabeza de un blanco deslumbrante llamas la atención aunque no te lo propongas. Ahora que lo veo, tenemos cierto parecido.

El convoy del Metro sigue haciendo escalas no planeadas dentro del túnel, ya no creo poseer más desesperación...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR