La CTM: la resurrección

AutorRosalía Vergara

Amenos de seis meses del retorno del PRI a Los Pinos, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) recuperó su brillo tricolor, opacado por 12 años de administración panis-ta. Creada con Plutarco Elias Calles en la década de los treinta del siglo XX, el emblema del sindicalismo corporativo prácticamente revivió, sostienen algunos integrantes de su Comité Nacional.

"Esta oportunidad de retorno de nuestro partido el PRI, a la presidencia de la República, es oro molido que debemos aprovechar", asegura Abelardo Carrillo Zavala, secretario de Bienestar Social de la confederación.

Regresó la confianza, dicen Filemón Arcos y Juan Carlos Velasco Pérez, líder del Sindicato Nacional de Músicos y secretario de Transporte, respectivamente. El presidente Enrique Peña Nieto es una persona "sensible", afirman, pues estableció compromisos muy importantes con las organizaciones sociales de este país, en especial con la CTM: Confían en tener el respaldo del mandatario pues, insisten, la confederación es una "organización seria y responsable".

Durante los dos sexenios panistas el actual edificio de la CTM -construido en 1982 bajo la supervisión del arquitecto Enrique del Moral -mantuvo sus puertas abiertas pero sus pasillos vacíos. Por años, su actual dirigente, Joaquín Gamboa Pascoe, atendió en sus oficinas del segundo nivel a los escasos visitantes. Las actividades de la confederación se redujeron al mínimo.

Acostumbrados a brindar su apoyo a su partido, el PRI, cuando estuvo en el poder, los dirigentes cetemistas sufrieron un duro revés el 2000, cuando el panista Vicente Fox puso fin a la hegemonía de siete décadas de gobierno priista. Por primera vez en su historia tuvieron que replegarse. Incluso se vieron obligados a defender los fallidos intentos de los secretarios de Trabajo del foxismo: Carlos Abascal -ya fallecido- y Francisco Salazar, así como a los calderonistas Javier Lozano y Rosalinda Vélez por impulsar la reforma laboral. Sin embargo, la aprobación llegó con Peña Nieto.

En 2005, al morir Leonardo Rodríguez Alcaine -quien sustituyó al legendario Fidel Velázquez-, la dirigencia de la CTM quedó a cargo de Joaquín Gamboa Pas-coe, un sindicalista que jamás laboró como obrero y es más conocido por su afición a los autos de lujo.

Antes aun de que el panismo llegara a Los Pinos, el corporativismo sindical cete-mista comenzó a decaer. Algunos de sus dirigentes comenzaron a vender "contratos de protección" y redobló el control de sus agremiados sin reforma laboral de por medio (Proceso 1502).

Fox y Calderón terminaron por deshacer la alianza entre el movimiento obrero y el Estado. La decadencia de la CTM era notoria. Pero la ciudadanía castigó...

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