La Cuarta Purificación

AutorDenise Dresser

El hecho de que encabece lo que llama un "cambio de régimen" o una "Cuarta Transformación" o una "revolución de las conciencias" no debe otorgarle la capacidad de usar su poder de forma abusiva o antidemocrática. Y AMLO está abusando de su poder. Abusa cuando gobierna por decreto, saltándose los límites constitucionales como lo ha hecho para militarizar aún más a México. Abusa cuando politiza y partidiza las instituciones, como lo ha hecho con la CNDH y los órganos concebidos para ser autónomos. Abusa cuando utiliza el aparato del Estado para perseguir a quienes percibe como adversarios, mientras cierra los ojos ante la corrupción dentro de su propio gobierno. Y abusa cuando utiliza el púlpito más poderoso del país para descalificar, acusar, difamar o, como lo ha señalado Sara Sefchovich, "meter a todos los críticos en el mismo saco".

AMLO no es un ciudadano más ni la mañanera es un "diálogo circular" con interlocutores al mismo nivel, ni con la misma capacidad de acción o defensa. Cuando el presidente denuesta a una persona o a un periódico desde ahí, le coloca un tiro al blanco en la espalda y da permiso para que todos sus seguidores apunten a matar. Las palabras del presidente importan porque detrás de ellas está todo el peso del Estado, y lo activa. He ahí el comportamiento discrecional de la UIF y la SFP, abriendo investigaciones para acompañar la agenda personal del presidente. He ahí al ejército de trolls y bots convertidos en jauría que despedaza a quien ose discrepar, y nunca falta la diaria amenaza de muerte. Ese clima de denostación tiene efectos en cómo se percibe a los críticos; en cómo se les trata. No es necesaria una consigna presidencial para censurar.

En 2020 se han producido 45% más agresiones contra periodistas que en el año previo y los asesinatos continúan. Los problemas del pasado no sólo persisten; la conducta del presidente y sus seguidores incondicionales los han agravado. Por eso la preocupación manifestada por quienes han sido aliados históricos en la defensa de la libertad de expresión, como Artículo 19, Amnistía Internacional, el relator para la Libertad de Expresión de las Naciones Unidas y tantas organizaciones más, incluyendo muchas de izquierda. De la estigmatización a la violencia sólo hay un paso, y más aún en un país donde se mata a periodistas sin consecuencia, investigación o sanción. El presidente va normalizando conductas y expresiones y descalificaciones con efectos tóxicos para la convivencia y el...

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