De Cuauhtémoc Medina

Señor director:

A pesar de ocupar una columna fundada por Raquel Tibol, una crítica de origen argentino, Blanca González se atreve a condenar al Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) de la UNAM por haber contratado a "la colombiana María Inés Rodríguez" como su curadora en jefe. Además, se atreve a preguntar retóricamente: "¿Acaso no existe en toda la UNAM algún profesional que pueda asumir el puesto y experimentar y crear en el MUAC una identidad propia?" (Proceso 1846, 18/03/2012).

El chovinismo de esta argumentación viene acompañado de una ilusión endo-gámica: González se deshace en elogios para con la nueva coordinadora de Difusión Cultural porque quiere convencerla de que en el MUAC hay una "notoria ausencia de una cultura UNAM {sic) en su oferta curatorial y bibliográfica".

Me extraña que Proceso tolere una expresión tan abierta de xenofobia para atacar a una colega que, además de todo, tiene una nacionalidad dual. En realidad no hay un marco legal o técnico que defina cómo se designan los curadores. Vamos: ni siquiera está garantizado que los directores de museos puedan nombrarlos sin enfrentar interferencias políticas de sus superiores.

Uno esperaría de una crítica de arte que tuviera paciencia para ver qué hace Rodríguez en un par de años y entonces juzgarla. En lugar de ello, vemos a González sembrando prejuicios calumniosos, deduciendo por ejemplo que la atención que la curadora dedicó a artistas mexicanos en el MUSAC en España prueba que es sirvienta de ¡las galerías mexicanas!

Blanca González tendría que saber, por ejemplo, que el programa Campus Expandido del MUAC comparte clases con el posgrado de historia del arte y trae a México académicos visitantes (¡horror, muchos de ellos amenazantes sudamericanos!) para beneficio de los estudiantes inscritos. Para ello tendría que hablar con los operadores culturales, los profesores y estudiantes y aprender de ellos, en lugar de actuar como si fuera la judicial del arte mexicano.

Siento horror al leer la expresión "cultura UNAM", viniendo además de alguien que, por otra parte, ni siquiera estudia o enseña en la institución. ¿En serio podemos aceptar que esta publicista decrete que los museos, teatros y salas de concierto de la universidad se vuelvan monopolios sindicales de los académicos como yo, en lugar de ser espacios de circulación de la cultura efectiva, comercial o anticapitalista, académica o callejera, de la UNAM, de Perú o de Croacia?

Todos estos infiernillos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR