Del CUEC a la ENAC

AutorMarta Lamas

"El mundo no se entiende sin la cinematografía y la cultura que construyó. En un mundo revuelto y en transformación constante, el lenguaje cinematográfico ha vinculado a millones de personas más allá de las geografías físicas o simbólicas y, con gran fuerza, se ha incorporado al proceso intenso y silencioso de una nueva visión de lo humano, una nueva percepción del mundo, una nueva dinámica para construirlo. El cine nos ayudó a convertirnos en otra clase de personas, más completas, más plenas y reorientó el rumbo de la vida. Así como abrió a la inteligencia humana nuevos caminos para el entendimiento, la convivencia y la posibilidad de imaginar nuestros futuros individuales y colectivos."

Maricarmen de Lara ha desarrollado una labor dificultada por la red de complicidades de un grupito de personajes nefastos. Sin embargo, el rector Enrique Graue acertó al encargarle el proceso de transformación de Centro a Escuela. Ahora, desde su nueva calidad institucional, la ENAC podrá fortalecer su oferta del posgrado y ampliar la investigación, con participaciones interdisciplinarias relacionadas con los saberes científicos y sociales de otras entidades de la Universidad, así como en instituciones educativas y culturales, tanto nacionales como extranjeras.

Maricarmen de Lara es una cineasta que se ha distinguido por su voluntad pedagógica y su compromiso social, y a lo largo de su vida ha dado cuenta visualmente de problemáticas sociales que suelen estar ausentes del cine comercial: las preocupaciones de las trabajadoras sexuales, la lucha de las costureras después del temblor de 1985, las dudas de los jóvenes respecto a su sexualidad, los testimonios de mujeres que abortan, los miedos y los deseos de los migrantes, las emociones de las mujeres con sida, el esfuerzo de las futbolistas y las boxeadoras. También ha hecho largometrajes de ficción y cortometrajes con temas culturales (como las mujeres que cantan boleros) y políticos (como el desarrollo del movimiento feminista y la desaparición de Alaíde Foppa).

Su llegada a la dirección del CUEC significó una bocanada de aire fresco para la comunidad, pues con dedicación y compromiso empezó a poner orden para ir construyendo la transición hacia convertirse en Escuela. Una de sus primeras acciones fue la de revisar si el personal adscrito al CUEC estaba cumpliendo con sus responsabilidades. Cuál no sería su sorpresa al descubrir la cantidad de "aviadores" que había: desde personajes famosos hasta...

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