David Faitelson / El 'puente' que sólo vio 'Chucho'

"...Y aquí, pienso poner un puente, para unir las dos canteras".

Ocurrió, apenas hace algunos meses. Un eufórico Rodrigo Ares de Parga me mostraba la nueva construcción de La Cantera de Pumas. Y en efecto, para articular mejor el trabajo, hacía falta un puente entre las canchas del equipo principal y las de las Fuerzas Básicas.

Ares de Parga no tuvo tiempo de construir el puente, pero Jesús Ramírez sí. Puso un puente imaginario, cruzó la avenida Delfín Madrigal y trajo desde su oficina, del otro lado de las instalaciones, al entrenador de los Pumas, Andrés Lillini.

Muchos aficionados de Pumas se pellizcan el brazo. Quieren saber si lo que están viviendo con el equipo es una realidad o un sueño falso del que, en cualquier momento, se despiertan abruptamente y se caen de la cama.

Invictos, líderes generales cuando el torneo ha alcanzado la mitad de su trayecto y no sólo eso, un equipo de futbol que cada día se compenetra y juega mejor.

Los Pumas, sí, los mismos Pumas que vieron cómo su entrenador -el español Miguel González "Míchel"- se bajaba del barco a horas de comenzar la travesía del campeonato, se han recuperado contra todos los pronósticos y han crecido a partir de un plan de emergencia que significó el nombramiento del argentino Lillini como entrenador principal después de haber tenido la importante responsabilidad de las Fuerzas Básicas en el club.

Una brillante decisión del director deportivo Jesús Ramírez, con la anuencia del presidente Leopoldo Silva, le ha dado al equipo universitario un sitio para el que no estaba, de ninguna manera, considerado.

Lo de Lillini y Pumas comenzó de forma tambaleante. Tan es así, que "Chucho" Ramírez seguía buscando un entrenador en las primeras fechas del torneo. Hablaron con Hugo, sondearon a Vucetich y hasta escucharon, a distancia, el ofrecimiento que, públicamente, hacía LaVolpe.

En Pumas, como en muchos clubes, no sobra el dinero, menos en esta época, la diferencia básica con el resto es que perteneciendo al llamado "grupo de los grandes", Pumas debe arreglárselas, como sea, para estar siempre al nivel del América, de Cruz Azul, de Chivas, de Tigres, de Rayados y del que sea. Se le exige de la misma forma.

Cruzar la Avenida Delfín Madrigal -la calle que divide las instalaciones de cantera que utiliza el equipo principal y el de las divisiones inferiores- sugería ser una aventura...

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