"Deja de provocarme, Julio..."

AutorVicente Leñero

En la mesa principal: Julio Scherer García incómodo, Julio Scherer García enojado, Julio Scherer García iracundo.

Se puntualiza:

Julio Scherer incómodo por sentirse obligado como todos los años a participar en la ceremonia del Día de la Libertad de Prensa en la que se pronuncian discursos -uno del presidente de la República y otro del director de algún diario- que invariablemente deforman la realidad de la prensa mexicana; incómodo por la necesidad de compartir la comida e intercambiar saludos con periodistas venales, enemigos abiertos de Excélsior algunos de ellos y en general traidores a los deberes de la libertad de expresión; incómodo por mostrarse cómplice del desmedido homenaje al primer mandatario en turno a quien de manera explícita se venera como adalid de la prensa independiente.

Julio Scherer enojado porque este año el presidente de la República concedió uno de los premios nacionales de periodismo al locutor de televisión Jacobo Zabludovsky quien en los últimos meses ha encabezado la campaña televisiva contra Excélsior; enojado porque al honrar en la persona de Zabludovsky a una empresa al servicio de los intereses comerciales y políticos de un importante sector de la burguesía mexicana, contradice sus propias declaraciones contra el monopolio privado de la televisión; enojado porque con el otorgamiento de tal premio Echeverría desmerece en público la labor periodística realizada durante el año por el equipo de Excélsior y por el propio Julio Scherer, cuyos reportajes sobre la actualidad uruguaya -es un ejemplo- fueron presentados como pruebas testimoniales en el Congreso de Estados Unidos para exigir la suspensión inmediata de la ayuda militar norteamericana al gobierno de Uruguay.

Julio Scherer iracundo porque al terminar la comida Luis Javier Solana, subdirector de El Universal y presidente de la Asociación de Editores de Periódicos Diarios de la República Mexicana, organizadora del acto, se aproxima a Scherer para informarle en voz baja que ha sido incluido en la comisión encargada de entregar en ese instante a Echeverría un pergamino alusivo al acto.

-Yo no -rechaza Julio Scherer.

Luis Javier Solana se sorprende:

-El presidente nombró la comisión.

-Yo le entrego una chingada.

-Julio -exclama Solana y gira la cabeza de derecha a izquierda temeroso de que la expresión de su colega haya sido escuchada por los comensales vecinos. Insiste: -Por favor, Julio...

-Le entrego una pura chingada -repite Julio Scherer alzando la voz, y...

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