Democracia triturada

AutorJohn M. Ackerman

Como ya hemos argumentado en numerosas ocasiones en estas mismas páginas (más recientemente en http://ow.ly/ ec9KZ), la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental y el artículo 6o de la Constitución no solamente permiten, sino que obligan al IFE a poner las boletas electorales de 2006 a disposición de los ciudadanos. Ello se refuerza con las recientes reformas al artículo Io de la Constitución, donde quedó plasmado el principio pro persona, según el cual la interpretación de las normas relativas a los derechos humanos debe dar "en todo tiempo a las personas la protección más amplia".

Sin embargo, el IFE, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la Suprema Corte de Justicia y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han inventado un sinnúmero de argumentos aA hoc para evadir la ley y negar las solicitudes de acceso presentadas por la revista Proceso y por miles de ciudadanos. Pero ninguna de las múltiples resoluciones y sentencias ordenan al IFE triturar las boletas de 2006 antes de que Calderón entregue la banda presidencial. Estas resoluciones tampoco prohiben al IFE permitir el acceso ciudadano a las boletas antes de la eventual destrucción del material.

Las instancias revisoras se han limitado a ratificar la decisión del IFE de negar las solicitudes realizadas hasta la fecha. No han emitido orden alguna hacia los consejeros con respecto a acciones específicas en el futuro. Si mañana una mayoría de integrantes del Consejo General del IFE quisieran poner las boletas electorales a disposición de la sociedad, podrían hacerlo sin incurrir en falta alguna.

La ausencia de una prohibición de acceso al material electoral se ilustra con el hecho de que el mismo IFE ha autorizado sus propios estudios sobre el contenido de los paquetes electorales correspondientes a las elecciones federales de 2003, 2009 y 2012. Extrañamente, el material electoral de 2006 es el único que resulta ser "indisponible" para dichos estudios adicionales.

En 2010, el consejero Marco Antonio Baños fue retratado por la prensa enseñando públicamente una boleta electoral utilizada en las elecciones federales de 2009 antes de introducirla en la trituradora. A nadie se le ocurrió presentar denuncia, queja o juicio en su contra por este acto simulado e hipócrita de transparencia. Hoy tampoco procedería juicio alguno en contra de los consejeros que decidieran permitir el acceso ciudadano a la totalidad de la...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR