El depredador liberado gracias a Trudeau

AutorJaime Porras Ferreyra

MONTREAL, CANADÁ.- La noche del pasado 22 de enero Eustachio Gállese entró a un bar en Quebec y pidió algunos tragos... "Era la primera vez que lo veía. Me pareció un tipo amable. Me dijo que iría a la cárcel, pero no osé preguntarle por qué", contó a Radio-Canadá Cloey Lachance, una mesera del establecimiento.

Después, Gállese, de 51 años, se dirigió a una comandancia para confesar que había matado a una mujer en la habitación de un hotel. La víctima era Marylene Lévesque. De acuerdo con el peritaje, fue asesinada con un cuchillo y tenía varias heridas que mostraban que trató de defenderse.

El asesinato de esta joven de 22 años ha causado conmoción y enojo en Canadá, fundamentalmente por decisiones de la Comisión de Liberaciones Condicionales. Gállese contaba con un nutrido historial de violencia contra las mujeres. Las críticas apuntan directamente al gobierno de Justin Trudeau, porque en 2017 realizó una reforma que, según expertos, contribuyó a la muerte de la chica. Varias voces reclaman cambios en las leyes relacionadas con la prostitución en el país. Lévesque era una trabajadora sexual.

En 1997 Gállese tuvo problemas con la justicia por violencia conyugal en su primer matrimonio. Siete años después, en su segundo, fue arrestado por asesinar a su pareja: la mató con un martillo, aunque el cuerpo también tenía heridas por arma punzocortante.

En 2006 un juez lo condenó a prisión de por vida, pero aclaró que podría solicitar su liberación condicional tras pasar al menos 15 años encerrado y siempre y cuando respetara ciertos lineamientos.

En los últimos meses Gállese gozaba de diversos beneficios que le permitían vivir en un régimen de semilibertad y obtuvo autorización para tener encuentros con mujeres a modo de satisfacer sus "necesidades sexuales". Estas decisiones -el gobierno ya ha prometido investigar- han causado lo mismo sorpresa que enojo al tomar en cuenta la peligrosidad de este individuo.

De acuerdo con el código criminal canadiense, es ilegal pagar por servicios sexuales. Ejercer la prostitución no es un delito, pero el marco legal actual, advierten académicos y organizaciones civiles, pone en riesgo a los trabajadores sexuales.

Estrategia fallida

En 2006 el juez que condenó a Gállese señaló en su fallo que había sido "un asesinato de una rabia y una violencia tan increíbles como incomprensibles". En marzo de 2019 la Comisión de Liberaciones Condicionales de Canadá autorizó que viviera en una casa de transición, con salidas...

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