Desechos domésticos: el peligro cotidiano

AutorSara Pantoja

Sucio, arrugado, lleno de tierra, roto y con una cáscara de tomate pegada. Así sale un cubrebocas usado para prevenir el contagio de covid-19 del bote de plástico que un habitante de la alcaldía Iztapalapa le entrega al trabajador del camión de la basura. Nadie sabe si lleva el virus que ha matado a más de 36 mil personas en la Ciudad de México y más de 188 mil en el país, pero éste cae en el contenedor y se revuelve con restos de comida, vasos de unicel, papel sanitario, botellas, un pantalón viejo, una cajonera inservible y hasta animales muertos. La pala mecánica que se activa desde la cabina del Apollo -como fue bautizado el vehículo- baja despacio para recoger ese cubrebocas con los demás desechos que se han acumulado desde las seis de la mañana y los otros que se revolverán entre las ocho toneladas de material orgánico e inorgánico con que se llenará la unidad durante el primero de dos recorridos que hace al día.

La escena del cubrebocas se repite casi en cada esquina de la colonia Ampliación Santa María Aztahuacán, donde se detiene el camión. Los hay desechables, lavables, quirúrgicos, KN95 y de esos tan delgados que hacen dudar de su efectividad para evitar sumarse a los más de 565 mil casos confirmados oficialmente por el gobierno de Claudia Sheinbaum, a un año de que se detectó el primero en la capital y el país.

Pero la "basura covid" que sale de las casas no se limita a cubrebocas. Al camión llegan revueltos también papel higiénico, jeringas y frascos de inyecciones, cajas de pastillas, botellas de alcohol, guantes de látex; vasos, platos y cubiertos desecha-bles, chicles, colillas de cigarro, gasas, apósitos, cepillos dentales y hasta la ropa que usaron personas que llevan el tratamiento médico en casa.

En un seguimiento a la recolección de desechos en la mencionada colonia de la alcaldía que tiene mayor número de personas con covid-19 en la Ciudad de México, realizado la mañana del miércoles 3, en ningún momento se observa que algún habitante haya entregado alguna bolsa cerrada o marcada con algún distintivo que indicara que eran desechos covid y que se debía separar de manera especial.

Los trabajadores sindicalizados y voluntarios que iban en el Apollo tampoco recibieron de ningún vecino la indicación para tener cuidado con sus desechos covid, por el alto riesgo que representan.

Campañas olvidadas

"Es un tema de cultura. La gente cree que es como un estigma tener covid. Obviamente no nos dicen si tiene covid o no la familia...

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