Despedida nunca vista

México.- El entierro de Felipe de Jesús Pérez Luna, "El Ojos", se convirtió ayer en una manifestación de dolor de más de 350 personas que acompañaron el féretro a su última morada: el panteón civil San Lorenzo Tezonco, en Iztapalapa.

Al grito de "¡se ve, se siente, Felipe está presente!" llegaron hasta el panteón ubicado en la zona en la que, según reportes policiales, El Ojos controló la venta de droga desde el 2012.

Al ataúd llegó cubierto de plástico, para protegerlo de la lluvia.

Otro grupo lanzaba porras al hombre que fue abatido el jueves pasado en un enfrentamiento con elementos de la Marina Armada de México, en el que cayeron muertos siete presuntos escoltas del capo señalado por las autoridades.

"¡Viva el Inge, viva el Inge!", coreaban mujeres con la cabeza cubierta por paraguas.

Y es que así le decían a quien, de acuerdo con la información de las autoridades, tejió una red de narcomenudeo, secuestros y extorsión, y al que le achacan unos 50 asesinatos.

Afuera del panteón, en un hecho inaudito, unos 200 policías de la Secretaría de Seguridad Pública formaron una vaya y colocaron un punto de revisión.

Así, al entierro del que las autoridades catalogaron como líder de narcomenudistas, nadie podía pasar sin ser revisado, ni los...

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