Despidos a rajatabla y sin diagnósticos

AutorNeldy San Martín

Laura Lara fue despedida como inspectora federal de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en plenas vacaciones de diciembre de 2018. Con un mensaje de WhatsApp fue notificada de que debía presentarse a firmar su baja. Paradójicamente, su trabajo era velar los derechos de los trabajadores. Su sueldo no llegaba a los 10 mil pesos.

Ella es una más de cientos de trabajadores del Estado, como decenas del Servicio de Administración Tributaria (SAT), el Sector Salud, el programa Prospera y Notimex, que de diciembre a julio protestaron afuera del Palacio Nacional en contra de los recortes gubernamentales.

En los primeros nueve meses de su administración, Andrés Manuel López Obrador hizo de la austeridad su sello de gobierno.

De diciembre de 2018 a julio de 2019 se dio por terminada la relación laboral de 7 mil 837 trabajadores de base, confianza y honorarios de la administración pública federal, de acuerdo con información pública y datos obtenidos vía transparencia de 17 dependencias, organismos descentralizados e instituciones de gobierno.

Aunque el presidente ha asegurado que las medidas están enfocadas en eliminar los "privilegios" y erradicar los abusos, pues los altos funcionarios incluso cargaban las cirugías plásticas al seguro de gastos médicos ("se estiraban a costa del erario"), las dependencias han aplicado indiscriminadamente los recortes, afectando también a trabajadores de base y operativos.

Un estudio elaborado por el Instituto Belisario Domínguez, del Senado, titulado El alcance de los objetivos de la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, señala que estas medidas para adelgazar el aparato burocrático se han realizado sin diagnósticos ni evaluaciones:

La reducción de la plantilla laboral, por ejemplo, pareciera ser una medida cuya instrumentación se plantea como homogénea sin que exista un diagnóstico organizacio-nal que permita identificar las necesidades particulares en materia de recursos humanos que se requieren para el cumplimiento óptimo de las funciones encomendadas a cada dependencia o entidad.

Muestra de ello es que la Secretaría de Salud eliminó a decenas de directores, subdirectores y jefes de área, pero también a trabajadores de soporte y administrativos. De los mil 104 trabajadores que fueron dados de baja del 1 de diciembre al 15 de julio, 17 tenían un sueldo bruto de más de 200 mil pesos, 89 superior a 100 mil pesos, 174 entre 100 mil y 60 mil pesos, 392 entre 60 y 30 mil pesos, y 432 ganaban menos de 30 mil pesos brutos.

"Dado que el énfasis de la reforma está en la promoción del valor de la austeridad en el sector...

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