La detallada historia de una venta amañada

AutorJesusa Cervantes

La entrega del Complejo Petroquímico Pajaritos (CPP) al banquero Antonio del Valle y su firma Mexichem fue un acuerdo transexenal pactado entre la administración de Felipe Calderón y la de Enrique Peña Nieto. Pero antes de "regalárselo" a un 60% de su valor, fue "saqueado" durante la administración de Vicente Fox.

Así lo revelan memorándums de entendimiento consultados por Proceso, el último de los cuales data de 2009; el manual de operación de 2011, que obliga a Mexichem a invertir en el complejo 200 millones de dólares -lo que la empresa no había hecho hasta el pasado 20 de abril, día de la explosión en el área de Clorados III, donde murieron 32 trabajadores y un centenar resultaron heridos-, así como denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR) y documentos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

Los activos del CPP entregados incluyen la Planta Derivados Clorados III, según cifras de Pemex; la Planta de Etileno, los turbogeneradores de energía eléctrica y vapor, así como los servicios auxiliares y el almacén de monómero de cloruro de vinilo (VCM).

El motivo por el cual el gobierno de Calderón decidió vender el complejo fue para que Mexichem tuviera en sus manos la cadena de producción completa, cuyo producto último es el policloruro de vinilo (PVC), y evitar el riesgo de que "cerraran" las empresas que aportan las materias primas, entre ellos la planta de Pajaritos.

A cambio de este apoyo, el 10 de septiembre de 2013 el dueño de la compañía se comprometió a invertir 200 millones de dólares en el CPP; sin embargo los 87 millones de dólares que correspondían sólo a la planta Clorados III no se habían aplicado al día de la explosión, revela el ingeniero José Daniel de la Cruz Chung, quien fue el encargado del proyecto de ampliación de esa planta entre 2001 y 2003.

El especialista comenta a Proceso que hasta el 20 de abril pasado estaban operando cinco equipos -TT-501, AS-501, PC-316, el TT-402 y el TT-504-, adquiridos en la época en que él tuvo a cargo el proyecto de ampliación de Clorados III.

Aclara que, por negligencia de Rafael Beverido Lomelín, quien llegó a la dirección de Pemex Petroquímica en 2001, los cinco estaban dañados. No descarta, dice, que uno de ellos haya sido el causante del accidente de la semana antepasada.

Primero, el saqueo

Los desaciertos cometidos en la planta de Clorados III y en conjunto del CPP se iniciaron con la administración de Vicente Fox y de Beverido Lomelín, puntualiza De la Cruz Chung, quien durante 26 años trabajó en la entonces subsidiaria de Pemex.

Muestra incluso las denuncias presentadas ante la PGR por daños a Pemex-Petroquímica por la venta irregular del Complejo Petroquímico Cosoleacaque "como chatarra", así como por el mal ejercicio de recursos...

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