Los que devoran los bosques

AutorAlejandro Saldívar

OCUILAN, EDOMEX.- "Hablar de tala aquí es como hablar de narco en Jalisco", dice Misael Zamora casi murmurando en un restaurante campestre en una de las curvas que serpentean hacia el santuario de Chalma. En público, el defensor del medio ambiente prefiere guardar silencio respecto de la clandestinidad que asedia los bosques en los municipios de Ocuilan, Xalatlaco, Santiago Tianguistengo, Xonacatlán y Otzolotepec. Prefiere callarse porque no quiere que la muerte venga de nuevo, como hace 13 años, cuando un grupo de talamontes asesinó a su hermano Aldo durante una emboscada en la comunidad de Santa Lucía, en la que él salió herido. Tampoco quiere revivir el calvario de su padre, cuando fue encarcelado en 2015 por un delito que no cometió. En mayo de 2016, Ildefonso Zamora Baldomero fue reconocido como preso de conciencia por Amnistía Internacional (AI).

"Yo trabajo para detener la tala ilegal en nuestros bosques y ese trabajo me costó caro. Me costó la vida de mi hijo y mi libertad. Quiero seguir trabajando por el bien de mi comunidad y porque la tala está acabando con gran parte de nuestra madre tierra", explicó Zamora Baldomero a la organización no gubernamental desde su encierro.

Envuelto en el silencio del bosque y con el pesar reciente de la muerte de su padre, Misael enumera el historial de agravios contra su familia, que culmina con un proceso penal fabricado en su contra con el aval de autoridades estatales y municipales en Morelos y el Estado de México.

Yo y mi familia hemos sido objeto de persecución en revancha por lo que hicimos hace más de una década -reitera-. Soy víctima de una acusación fabricada, víctima de un delito que se me está imputando, el cual nunca cometí. No hay justicia. La autoridad te persigue, se enfoca en encarcelarte, en fabricar delitos. Mi padre fue encarcelado y a mí me pretenden encarcelar por un delito al que me he opuesto gran parte de mi vida. Por eso ya no denuncio la tala. Planto árboles, reforesto, combato incendios, inculco a quien puedo el cuidado al medio ambiente.

-¿Cuáles son las acusaciones?

-La fiscalía me acusa de talar, lo cual es una falta de respeto, una burla para mi familia por parte de las personas que me acusan, una burla para la lucha de muchos años. Si algo hay que aprender de esto, es que al que obra bien muchas veces no le va bien. El único delito que hemos cometido es cuidar el medio ambiente. Si las autoridades consideran que nos tienen que tratar mal, pues... ya lo estamos viviendo.

-¿Con qué evidencias te acusan?

-La única evidencia que tienen es un peritaje de Probosque, acompañado de los testimonios de tres policías estatales y un elemento de la Sedena. Me acusan de derribar un árbol en una zona boscosa, durante un operativo conjunto entre la...

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