El diálogo México-Estados Unidos sobre migración

AutorOlga Pellicer

El diálogo entre los gobiernos de Biden y López Obrador se ha iniciado respondiendo a la coyuntura política que se vive en Estados Unidos. Destacan en dicha coyuntura: a) el interés de Biden en diferenciarse de su antecesor en materia migratoria; b) el imaginario colectivo influido, principalmente, por medios de comunicación cuyo foco de atención ha sido los migrantes centroamericanos y, en particular, los niños no acompañados; c) la convicción de que el tema migratorio puede decidir el éxito o fracaso de los primeros 100 días del gobierno de Biden.

En ese ambiente, el diálogo ha estado secuestrado por la coyuntura. No tiene objetivos claros y deja en el olvido una de las realidades más intensas de la relación de México con Estados Unidos: la presencia de millones de trabajadores mexicanos cuyo flujo, después de un estancamiento en los años 2018-2019, está creciendo nuevamente, poniendo en evidencia el papel tan importante que dichos trabajadores desempeñan en la vida económica de los dos países.

Los niños migrantes y las caravanas procedentes de Honduras son muy dramáticas y enormemente mediáticas. Sin embargo, son sólo un componente de un fenómeno migratorio cuyos orígenes se remontan a los primeros años de la vida independiente de México y Estados Unidos.

Actualmente México tiene la diáspo-ra emigrante más grande del mundo viviendo en otro país: cerca de 11 millones de ciudadanos nacidos en México viven en Estados Unidos. Si a ellos se suman los ciudadanos estadunidenses de origen mexicano la cuenta puede llegar a 30 millones. El número de familias mexicanas que tienen un miembro viviendo del otro lado de la frontera es muy alto, lo cual ha traído una integración social, cultural y económica de profundas dimensiones.

El ingreso por remesas de los migrantes se ha convertido en el rubro de divisas extranjeras más importante que tiene nuestro país. En ocasiones superior al del turismo e incluso del petróleo. A su vez, el desarrollo de la economía estadunidense depende en gran medida de la mano de obra mexicana en los sectores agrícolas, de la construcción, de manufacturas, de servicios médicos, de gastronomía, de servicio doméstico, etcétera. Su contribución será aún mayor cuando entren en vigor los nuevos programas de desarrollo de infraestructura y creación de empleo que desea implementar Biden.

El tratamiento del fenómeno migratorio ha estado en el centro de las relaciones entre México y Estados Unidos a lo largo de la historia. No en...

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