Diálogo, pide la Iglesia católica

AutorRodrigo Vera

Instancias de la Iglesia Católica en México, entre ellas la arquidiócesis de Oaxaca, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Compañía de Jesús, le piden al gobierno federal que dialogue con el magisterio disidente y deje de utilizar “la fuerza” y las “armas de fuego” contra la “ciudadanía en general” que apoya a los maestros, como ocurrió el pasado domingo 19, en Nochixtlán, Oaxaca, pues este acto represivo violó los acuerdos en la materia adoptados en la ONU.

Dichos acuerdos indican, entre otros puntos, que el gobierno debe utilizar armas “no letales” para proteger la vida humana y reducir al mínimo los “daños y lesiones” entre los manifestantes, además de proveer asistencia y servicios médicos a las personas afectadas.

El día de la represión en Nochixtlán, la arquidiócesis de Oaxaca y la diócesis de Tehuantepec acababan de emitir, por separado, comunicados de prensa en los cuales exhortaban a las partes en conflicto a dialogar.

En su comunicado, la arquidiócesis de Oaxaca, a cargo de José Luis Chávez Botello, señaló: “Urge el acercamiento y diálogo en vistas a detener de inmediato toda expresión de violencia con el compromiso de atender las causas reales del malestar social; un diálogo transparente que esté cimentado y guiado por la verdad, la unidad y el bien común, es decir, que sean éstos los referentes para discernir lo que se debe corregir o fortalecer, el termómetro para determinar las mejores soluciones”.

Por su lado, la diócesis de Tehuantepec, presidida por Óscar Campos Contreras, pidió a las “autoridades y maestros” poner “la razón por encima de la pasión” y “tender puentes de diálogo” para resolver sus conflictos.

Y advirtió: “Lo que se consigue con autoritarismo o violencia sólo puede alimentar respuestas de la misma naturaleza.

Autoritarismo y violencia son dos caras de la misma moneda”.

Aseguró que el conflicto magisterial afecta principalmente a los niños y a los jóvenes, “cuyo futuro no puede verse como moneda de cambio para los intereses de cualquier grupo. Nadie debe hipotecar el porvenir de las nuevas generaciones”.

El lunes 20, un día después del ataque, la arquidiócesis de Oaxaca lanzó otro comunicado en el que lamentó “profundamente” ese hecho e hizo un llamado “a la sensatez, a la prudencia”. Y añadió que habilitó el templo de Nochixtlán para que ocho médicos, 12 enfermeras y 20 voluntarios ofrecieran primeros auxilios, material de curación y víveres a la población afectada.

Por su lado, Arturo Lona...

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