Días de angustia (I)

La desgracia llegó a la familia Gebara Farath la mañana del 22 de marzo de 2010 y ya no se fue.

Paulette, de 4 años, no fue localizada esa mañana por las nanas que iban a levantarla para que la llevaran al colegio.

Lisette Farah, madre de Paulette, explicó que la noche del domingo la dejó acostada en su recámara, y el lunes en la mañana ya no estaba.

"El fin de semana mi esposo y mis dos hijas estuvieron en Valle de Bravo, yo había salido de viaje con una amiga y ya había regresado cuando ellos llegaron.

"Metí a Paulette y a su hermana mayor a la casa y las cambié, las arropé y les di la bendición para que se durmieran; después estuve platicando con mi esposo (Mauricio Gebara) hasta que nos dormimos y al siguiente día la más pequeña no estaba en su cuarto", señaló.

Junto con las nanas la buscaron por toda la casa, en el lobby del edificio, el estacionamiento y en la zona de la alberca, donde tampoco la encontraron.

Fue entonces cuando denunciaron ante la Procuraduría del Edomex la desaparición de Paulette, quien tiene una discapacidad motriz del lado izquierdo del cuerpo y problemas de lenguaje.

Se desplegaron perros de rastreo, buscaron huellas digitales, no hallaron forcejeo de puertas ni ventanas e interrogaron a vigilantes y vecinos sin lograr determinar qué ocurrió.

"El edificio tiene seguridad propia, cámaras de video, un portero... la menor no pudo abrir esa puerta para salir por ahí por su propio pie ya que es muy pesada y ella con su discapacidad no podría", señaló la madre.

Al paso de los días, ni familia y ni la entonces Procuraduría de Justicia estatal tenían indicios del paradero de la menor.

"No hemos sabido nada, no hay datos de mi hija, estamos haciendo todo lo posible con amigos y familiares para encontrarla", explicó su mamá.

Para entonces, un equipo de 30 agentes ministeriales y periciales fueron desplegados al conjunto Porto Vita 2, en Interlomas, para reunir pistas que ayuden a localizarla.

"Vienen, van, revisan, suben, bajan, es una locura el edificio a todas horas, es todo un misterio lo que pasó sobre esta pequeñita", dijo Mario, vecino del edificio.

El entonces Subprocurador de Cuautitlán Izcalli, Alfredo Castillo, fue asignado al caso, al igual que a Víctor Magaña, titular de la Policía Ministerial en aquellos tiempos, y Mario Carrasco, jefe de Servicios Periciales. Incluso, el Procurador Alberto Bazbaz llegó al sitio.

Las declaraciones contradictorias del papá y la mamá dieron la pauta a los investigadores para...

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