Díaz-Canel, un "delfín" enigmático

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- Este viernes 20, un día después de que -como todo indica-juramente como presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel cumplirá 58 años, una edad similar a la de la mayoría de funcionarios que lo acompañará en los consejos de Estado y de Ministros en la desafiante tarea de gobernar una nación cuyo modelo socialista necesita reinventarse para sobrevivir a los nuevos tiempos.

La llegada de Díaz-Canel al poder no sólo marcará el relevo generacional de los líderes de la Revolución que gobernaron la isla desde 1959, sino que abrirá un periodo de incertidumbre en el que el "delfín" de Raúl Castro tendrá que demostrar si será un dirigente de transición o un líder mo-dernizador capaz de llevar a Cuba hacia un socialismo más parecido al de China que al de la desaparecida Unión Soviética.

Díaz-Canel, un ingeniero electrónico con 33 años de trayectoria en el Partido Comunista de Cuba (PCC) y con experiencia de ministro y primer vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros, ha dado pocas muestras de lo que podría ser su gestión como presidente.

Es extremadamente cauto en sus discursos y muy renuente a fijar en público sus posturas políticas.

En los congresos del PCC lo mismo ha hablado como un renovador que pide una prensa más crítica y dar mayor acceso a internet a la población, que como un ortodoxo que llama a manejar con prudencia el proceso de apertura económica y a cerrar el portal informativo OnCuba, con base en Miami, porque tiene una línea "muy agresiva con la Revolución".

Esto, aunque "digan que censuramos", aseguró en un video de una reunión con miembros del PCC que se filtró en agosto pasado.

Nadie sabe si esto es algo que dijo para tranquilizar a la línea dura del PCC o si realmente lo piensa. Y aunque todos esperan que dé continuidad a las reformas impulsadas por Raúl Castro desde 2006, es un enigma si lo hará con la rapidez y la profundidad que se requiere.

El profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Texas, Arturo López-Levy, quien trabajó como analista en el gobierno cubano en los noventa, considera que lo expresado por el sucesor de Raúl Castro en el video sólo muestra a un futuro presidente que es consciente del peso que juega el concepto de seguridad del Estado en Cuba y de la naturaleza unipartidista del régimen.

"Pero lo que dijo no indica ni que él va a ser contrarreformista ni que va a ser un reformista. En ese video, lo que él muestra es un pensamiento alineado con los sectores más duros del partido frente a los grupos de la sociedad civil que cuestionan al...

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