Doce años de pifias. Detuvieron a 233 presuntos narcos... sólo condenaron a 13

AutorZorayda Gallegos y Laura Sánchez Ley

El 12 de septiembre de 2012 Ramón Pequeño García, entonces jefe de la División Antidrogas de la Secretaría de Seguridad Pública federal, se colocó frente a decenas de reporteros y camarógrafos que esperaban en el hangar de la Policía Federal. Entre helicópteros y camiones blindados, el funcionario leyó durante casi 10 minutos y en orden cronológico cada detalle de la carrera delictiva de Ramiro Pozos González, El Molca, uno de los narcotraficantes más buscados por el gobierno de México.

Pequeño García aseguró que Pozos, entonces de 42 años, era el fundador y líder de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas, extorsiones y secuestros conocida como La Resistencia, un ala del desaparecido Cártel del Milenio, que controló el tráfico de drogas desde Jalisco en los noventa.

El gobierno de Felipe Calderón ofrecía una recompensa de 1 millón de pesos por la captura de Pozos González. El hombre fue detenido por policías federales en la entrada de su domicilio en el Estado de México.

Desde los noventa Pozos se convirtió en uno de los hombres de confianza de Na-zario Moreno, El Chayo, líder de los Caballeros Templarios, un cártel que asesinaba y torturaba por"justicia divina".También fue parte de Los Valencia, organización delictiva que trasladó toneladas de cocaína de Jalisco a Estados Unidos y tuvo conexiones con los cárteles de Sinaloa y del Golfo; desde 2010 era líder de su propio cártel y había logrado alianzas con Los Zetas.

Después, tres policías federales bajaron a El Molcas de un vehículo blindado y lo guiaron, sujetándolo de los hombros, hasta la mesa donde se exhibía un fusil Kaláshnikov con incrustaciones de oro en la culata y el cargador, que supuestamente era propiedad del detenido.

Ante las cámaras, el hombre robusto y con nariz deformada levantó la cabeza sin que nadie se lo ordenara y fue ahí cuando los medios empezaron a fotografiarlo. Pozos sonrió sutilmente, después lanzó unas palabras a sus captores -que resultaron inentendibles para las cámaras- y finalmente mostró los dientes. Después se acomodó las esposas y levantó los pulgares como si hiciera una señal de saludo. Luego, los policías lo introdujeron nuevamente al vehículo blindado.

Pequeño García aseguró que el detenido ya contaba con dos órdenes de aprehensión relacionadas con delincuencia organizada. Pero poco se supo del curso que siguió el proceso penal: desde aquel día las autoridades no volvieron a informar nada sobre el presunto narcotraficante.

Ahora, por medio de solicitudes de acceso a la información realizadas por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) a la Procuraduría General de la República (PGR) -ahora Fiscalía-, a la propia Fiscalía General de la República y al Poder Judicial de la Federación (PJF), se sabe que Pozos no fue castigado por el delito de delincuencia organizada.

El gobierno sólo logró comprobarle un delito, que concluyó en una sentencia por portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército, por el fusil con incrustaciones de oro que llevaba el día de su detención, de acuerdo con el expediente 65/ 2012 al que se tuvo acceso.

Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico

Cártel de Sinaloa

• Fue detenida el 28 de septiembre de 2007 en la Ciudad de México.

• Pasó siete años y medio en prisión por delincuencia organizada, lavado de dinero, portación de arma de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas y delitos contra la salud.

• La única sentencia irrevocable en su contra fue por la portación de arma.

• La condena fue de 1 año de cárcel y una multa de 100 días de salario mínimo.

• El 9 de agosto de 2012 fue extradi-tada a Estados Unidos.

• La acusación en EU, por asociación delictuosa.

• Se declaró culpable y consiguió una pena mínima.

• EU la deportó a México el 19 de agosto de 2013, para enfrentar el expediente por lavado de dinero.

• El 5 de septiembre de 2014 un juez federal la sentenció a 5 años de cárcel.

• Un tribunal revocó la sentencia por falta de pruebas.

• Sandra Ávila quedó en libertad el 6 de febrero de 2015.

(Causa penal: 306/2007. Juzgado Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales en Jalisco.)

No sólo eso. Los policías federales mintieron sobre cómo lo capturaron: según ellos lo hicieron en el portón de su domicilio. Sin embargo, el mismo Pozos y sus familiares narraron que los federales entraron hasta su recámara, sin una orden de cateo, mientras dormía en compañía de su esposa y sus hijos. Además, según su declaración, le robaron un reloj Rolex y dinero en efectivo.

Aunque Pozos fue señalado como uno de los narcotraficantes más buscados, cuando el caso llegó ante el juez éste sólo pudo imponerle una pena de cuatro años y 10 meses de prisión, ante las pruebas presentadas por la PGR.

El caso de Ramiro Pozos no fue aislado. Una investigación de MCCI revela que en 12 años de guerra contra el narcotráfico en México, las autoridades...

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