Los dueños de la educación

AutorAxel Didriksson

El pasado 9 de noviembre, dicho grupo de presión dirigió una "misiva", como la llamaron, al secretario de Gobernación (periódico Reforma), en la que aseguran que el mismo secretario y su equipo están negociando con la CNTE (un grupo "subversivo y corrupto") "el orden jurídico en materia educativa que tanto trabajo nos ha costado darnos a los mexicanos". Desde su diatriba, este último ha sido el "inicio de una reforma normativa" para "transformar a profundidad un sistema educativo que por décadas ha puesto a nuestros niños y jóvenes contra la pared", y que ahora se está obstaculizando, cediendo a favor de "quienes delinquen y buscan mantener prebendas mal habidas". Su exigencia fue total: no debe haber ninguna negociación sobre lo que se ha pactado y legislado, aunque se aportaran aspectos positivos.

La respuesta fue inmediata y sumisa. Al alimón, el secretario de Gobernación y el presidente del PRI dejaron en claro ante quién había que ceder, explicar, congeniar y conceder. La reforma educativa, señaló contundente Osorio Chong ,"no ha sido lastimada ni vulnerada por ningún acuerdo entre la Segob y la CNTE", y agregó, envalentonado, que "cualquier acuerdo que busque tocar o trastocar la reforma topará con la pared" (Reforma, 12/11). César Camacho Solís, por su parte, refrendó que en la aplicación de la reforma educativa "no hay lugar para el chantaje ni el disimulo", y mandó la bolita del problema magisterial a los gobernadores de los estados.

La iniciativa de reforma a los artículos 3o y 73 constitucionales se impulsó con la idea de que era indispensable recuperar la "rectoría del Estado" en materia educativa, y ahora ya se sabe en manos de quién quedó: en las propuestas que han impulsado algunos empresarios del país, sus voceros televisivos y los legisladores del PRI, del PAN y del PRD que votaron a favor de una reforma política y laboral orientada a ajustar la ofer-ta educativa y a reestructurar el sistema en sus aspectos jurídicos y de operación. Se trata de una reforma que busca mantener el papel del Estado como el de uno de tipo "evaluador", que ejerce su control sobre todo hacia los docentes y trabajadores de la educación, pero que vuelve a dejar en el abandono sus obligaciones de "educador".

De ninguna manera estas reformas podrán estar a favor de una sustancial y necesaria transformación de la muy deteriorada vida escolar, de la calidad del...

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