Cuando la economía es rehén de la política

AutorJ. Jesús Esquivel

WASHINGTON.- Una eventual declaración de bancarrota en Estados Unidos provocaría en México una contracción del crecimiento, más desempleo, devaluación y aumentos inflacionarios.

"Cualquier debilidad de Estados Unidos tiene inmediatamente consecuencias negativas para México", dice a Proceso Louis Goodman, profesor de gobierno, democracia y desarrollo económico de la Universidad Americana, con sede en esta capital. Las economías de ambos países "están tan ligadas", apunta, "que una crisis por el tema de la deuda estadunidense causaría un grave daño a la mexicana".

El futuro inmediato de la economía de Estados Unidos está en el filo de la navaja por el fracaso del Congreso en aprobar el presupuesto para el año fiscal 2014 (en curso desde el martes 1) y lograr un aumento al tope de deuda externa, calculada en 16.7 billones de dólares.

Las posiciones hasta ahora irreconciliables sobre los temas del presupuesto y de la deuda entre los republicanos de la Cámara de Representantes, los demócratas del Senado y el presidente Barack Obama causaron el cierre parcial de las actividades del gobierno federal a partir del martes 1.

Según especialistas, la inactividad del gobierno federal -la cual causa pérdidas diarias estimadas en unos 30 millones de dólares- es un mal menor. La enfermedad más grave y con tintes de epidemia mundial sería la declaración de bancarrota por el incumplimiento de los pagos de la deuda. "Sería un situación caótica y daría como resultado una recesión económica y una crisis financiera global peor que la de 2008", advirtió el pasado miércoles 2 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

-¿Qué pasaría en México si Estados Unidos no paga a tiempo los intereses de su deuda? -pregunta Proceso a Goodman.

-Primero, una pérdida en la apreciación de su moneda, porque el dólar se de-valuaría en los mercados internacionales. Esto a su vez dificultaría la producción de ciertos bienes que importa México de Estados Unidos, pues subiría su valor o simplemente no estarían disponibles.

Doctor en ciencias políticas por la Northwestern University, Goodman explica que técnicamente el intercambio comercial entre México y Estados Unidos se reduciría notablemente, pero reconoce que es casi imposible calcular las pérdidas; eso dependería de la duración de la crisis.

"Los compradores (de ambos países) se quedarían sin dinero. En México esto llevaría a un aumento en la tasa de desempleo. Las empresas no competitivas tendrían que clausurarse e incluso...

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