Ecos del caso "Lava Jato". El turbio proceder del juez Moro

AutorHeriberto Araújo

RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- En abril de 2016 Brasil estaba en un momento de los más críticos de su historia reciente. La presidenta Dilma Rousseff -reelegida un año y medio antes- luchaba para evitar su destitución. En el polémico juicio político que el Congreso le siguió un mes después estuvo acompañada por Luiz Inácio Lula da Silva, su mentor y predecesor.

Pese al músculo exhibido en el Parlamento por el Partido de los Trabajadores (PT) -que llevaba 13 años al mando de la mayor economía de América Latina- las opciones de Rousseff se desvanecían con la misma cadencia con la que los fiscales de la operación llamada Lava Jato (lavado de autos) lanzaban, semana tras semana, operaciones para arrestar por corrupción a militantes de ese partido.

Con la destitución de Rousseff, el 12 de mayo de 2016, el PT inició su descenso a los infiernos. El 7 de abril de 2018 tocó fondo con la encarcelación del propio Lula, quien fue condenado a 12 años y un mes de cárcel por corrupción.

La calurosa tarde de ese 7 de abril en Sao Bernardo do Campo, en una manifestación organizada a las puertas del Sindicato de los Metalúrgicos de esa ciudad industrial, el exmandatario lanzó a sus seguidores una promesa antes de entregarse a la policía: "¡Saldré de ésta más fuerte, más verdadero e inocente!".

Pero mientras el PT repetía públicamente una y otra vez que todo aquello era el resultado de un "golpe" para sacarlo del poder y de esta forma dar un giro de 180 grados a su política de desarrollo social, en las calles de todo el país las cosas se veían de otra forma. Millones de ciudadanos salieron a exigir a la justicia que interviniera y encarcelara a políticos para, de esa forma, detener la sangría de la corrupción y la impunidad.

En ese polarizado escenario una figura pública -la del juez Sergio Moro- parecía tener el apoyo incondicional de las masas. Considerado uno de los personajes más populares de todo el país por su cruzada contra la corrupción, el magistrado era vitoreado al grito de "héroe" en manifestaciones, mientras sus conferencias sobre cómo combatir ese mal endémico en América del Sur llenaban salas de universidades y anfiteatros en Brasil y en el extranjero. Incluso fue invitado al Foro Económico Mundial de Davos.

Un juez parcial

Sergio Moro dejó de ser juez. Abandonó la carrera para ser nombrado ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro y ahora enfrenta un futuro incierto. El antiguo magistrado está inmerso en innumerables polémicas por la...

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