En Egipto, una capital a prueba de disturbios

AutorMarc Español

EL CAIRO.- Dejando atrás El Cairo por una de las carreteras que van al mar Rojo, un aburrido grupo de jóvenes uniformados aguarda en un solitario puesto de control que, a primera vista, sólo parece custodiar el vasto desierto que se abre ante ellos. Poco después, la silueta de algunos edificios comienza a definirse en el árido horizonte.

No es una ciudad perdida en medio del desierto, se trata de las primeras edificaciones de la nueva capital que Egipto construye a unos 35 kilómetros al este de El Cairo. Proyectada en un terreno de 714 kilómetros cuadrados, aún no tiene nombre, pero un ejército de obreros trabaja allí sin descanso desde mayo de 2016.

Por ahora, la futura capital sigue pareciendo poco más que una colección de edificios colosales repartidos sin coherencia por el desierto, pero las autoridades egipcias insisten en que detrás se esconde la primera ciudad 2.0 del país. Control inteligente del tráfico, gestión inteligente de los recursos, casas inteligentes o fibra óptica para todos los edificios, son sólo algunas promesas del proyecto.

Por si todo eso no fuera lo suficientemente ambicioso, la futura capital también promete hacer florecer en su interior una zona verde más grande que el Parque Central de Nueva York, levantar la catedral y la ópera más grandes de Oriente Medio, erigir el edificio más alto de África y construir grandes centros comerciales, deportivos, teatros y cines.

Los responsables del macroproyecto son conscientes del titánico desafío que tienen por delante, pero siguen confiando en sus posibilidades. "De acuerdo con los pronósticos, nos quedan tres años para terminar la primera fase (de la ciudad)", explica a Proceso Khaled El Husseiny, exgeneral y actual portavoz de la Nueva Capital Administrativa para el Desarrollo Urbano (ACUD), la empresa encargada de llevar a cabo el plan.

Las autoridades, sin embargo, no quieren esperar para empezar a hacer gala de sus primeros logros y por ello están centrando grandes esfuerzos en el distrito gubernamental de la nueva capital. El objetivo es trasladar allí en los próximos meses el Parlamento, el Ejecutivo, hasta 29 ministerios y al presidente, Abdelfatah Al-Sisi.

"Necesitamos urgentemente la nueva capital", asegura El Husseiny, en un intento de justificar las prisas por hacer efectivo el traslado. "El Cairo está superpoblada, hay mucho tráfico y la infraestructura ya no es útil para sus ciudadanos", agrega el militar.

Al lado de El Husseiny, el general Mo-hammed Abdul...

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