Elba Esther: amada enemiga

AutorDenise Dresser

Desde el momento de su detención era evidente el zape político, la construcción de un caso basado más en el imperativo de fustigar a la persona que en el deseo de modernizar al sindicato. Cómo olvidar el montaje escandaloso de su arresto, la filtración de la foto que violó su presunción de inocencia, las irregularidades presentes a lo largo de todo su proceso. Fue simultáneamente una "presa política" y también alguien que merecía ser investigada, auscultada, sancionada por usar dinero sindical para uso personal. Pero la legitimidad de la indagatoria fue minada por las pulsiones políticas que motivaron a llevarla a cabo. El orgullo herido de Peña Nieto por los cuestiona-mientos que Elba Esther le que le hacía. Le reforma educativa que ella -con tal de confrontarlo- estaba dispuesta a sabotear. El Quinazo del sexenio y la autoridad moral que el presidente pensó le proveería. Detrás del encarcelamiento no había justicia, sino política.

Como probablemente la hay ahora pero misteriosamente. No sabemos si su exculpación es parte de un pacto entre AMLO y Peña Nieto. No sabemos si el presidente saliente la libera para crearle problemas al presidente entrante. No sabemos si sale por la independencia política de un juez o por su sumisión. No queda claro si ella opera su salida para opacar el gran día de AMLO, o si esa consigna proviene desde Los Pinos. Sea cual sea la respuesta hay algo indudable. Vuelve quien en realidad nunca se fue. Su yerno y su hijo estuvieron activos en la campaña de Morena, y ella, desde la cárcel, se decía "feliz". Por la victoria del Peje. Vuelve a la escena política por lo que sabe, lo que opera, el liderazgo que conserva, los favores que le deben, el control político del SNTE que nunca perdió.

La interrogante es si habrá perdón y olvido para ella, como lo ha habido para otros. Si aplicará el "borrón y cuenta nueva" que López Obrador ha pregonado como parte de la pacificación y la Cuarta Transformación. Como lo anunció el mo-renista José Agustín Ortiz Pinchetti en una memorable entrevista con Carmen Ariste-gui, el contexto político ha cambiado por lo que "habrá otros excarcelados". Y se entiende el pragmatismo detrás de esta posición. Elba Esther ha sido miembro de "la mafia en el poder", apoyó a Vicente Fox, ayudó a ganar a Felipe Calderón. Pero la estrategia lopezobradorista desde hace meses ha sido reconciliar, purificar, perdonar, convertir a viejos enemigos en nuevos aliados. Por eso la inclusión de Manuel Espino y...

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