Elitista, ventajosa, insuficiente...

AutorCarlos Acosta Córdova

No hubo día de la semana pasada en que el presidente Felipe Calderón no se refiriera a la reforma fiscal.

Antes de enviar su propuesta al Congreso de la Unión, la vendía enfáticamente como la gran solución a los problemas económicos del país, como la garantía para saldar la histórica deuda social con los más necesitados.

Es “la última oportunidad”, dijo, para romper el círculo de la miseria en México, para acabar con “las terribles condiciones de pobreza en las que vive la mitad de la población del país". Y expuso que, de aprobarse la reforma fiscal, el gobierno tendrá una "hacienda pública más justa, en beneficio de los más pobres".

Una vez que llegó la propuesta al Congreso, Calderón la definió como la fórmula efectiva para acabar con los privilegios, la evasión y la elusión fiscales. Se cerrarán espacios a quienes se benefician del incumplimiento de sus obligaciones fiscales, advirtió. Y la emprendió contra esos "malos mexicanos" que se cuentan por miles: "Yo quisiera que muchos de esos potenciales contribuyentes (que no pagan o pagan mucho menos de lo que deben) pudieran asomarse a las comunidades indígenas de México, para saber de qué color y a qué sabe la miseria que vive en el país la quinta parte de la población y la pobreza en la que viven más de 50 millones de mexicanos". Pero resulta que, en las propias estimaciones del gobierno, con la propuesta fiscal la federación obtendría, en un escenario optimista, unos 200 mil millones de pesos -y el conjunto de entidades federativas, otros 100 mil millones- en lo que resta del sexenio. Un incremento gradual en la recaudación, hasta llegar a 3% del Producto Interno Bruto (PIB), adicional, en 2012, dijo el secretario de Hacienda, Agustín Cars-tens, en la presentación.

Si se promedia por año, resultará una cantidad insuficiente no sólo para atender varios de los gastos forzosos del gobierno -tan sólo por pensiones, Pidiregas, IPAB, rezonificación salarial y otros conceptos se pagarán, cada año, más de esos 200 mil millones-, sino para subsanar lo que el fisco pierde cada año por los múltiples agujeros que tiene el sistema tributario.

En efecto, con base en un estudio reciente del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), encargado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT), por los tratamientos diferenciados en la aplicación del IVA -tasa cero, exenciones, tasa baja en la frontera- el fisco perdió el año pasado poco más de 187 mil millones de pesos, casi 2% del PIB. En el caso del Impuesto Sobre la Renta (ISR), según el mismo estudio, en 2006 dejaron de ingresar al fisco cerca de 296 mil millones de pesos, casi 3% del PIB.

Si a esas cantidades se agrega una evasión fiscal, que el propio SAT estimó para 2006 en 221 mil 202 millones de pesos, la cifra que no llega a las arcas públicas supera los 700 mil millones de pesos anuales. Más del doble de lo que el gobierno espera al término del sexenio con la reforma propuesta.

La necesidad de mantener una relación tersa con la oposición, el miedo a causar un malestar social mayúsculo y el temor a molestar a hombres y empresas que financiaron su campaña, llevaron a Felipe Calderón a presentar una propuesta de reforma fiscal que no aumentará gran cosa la recaudación tributaria. Su...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR