La encrucijada cultural de la Revolución de Octubre

AutorJorge Sánchez Cordero

Eisenstein contrató a una multitud para que representara la toma del Palacio de Invierno, donde había sesionado el gobierno provisional. Decidió emplear la misma escalinata por donde habían subido las guardias rojas, pero resultó demasiado estrecha, así que optó por la denominada Jordan, que era mucho más amplia. Este hecho fortuito dio origen a una leyenda que convirtió a esa escalinata en la ruta icónica de la Revolución de Octubre.

La leyenda mencionada, junto con otros mitos y toda suerte de maldiciones, circundan San Petersburgo. La construcción misma de la ciudad fue objeto de gran polémica, pues se erigió sobre una región pantanosa con problemas de insalubridad graves. En las obras hubo que emplear millares de obreros, muchos de los cuales sucumbieron en los trabajos. El carácter cosmopolita de la urbe despertaba suspicacias ante el resto de la sociedad rusa. San Petersburgo creció como "un petimetre que gustaba de verse reflejado en el río Neva, en tanto las virtudes rusas encontraban refugio en la provincia" (Orlando Figes).

Incluso su nombre causa polémica: de raíces holandesas y alemanas, venera al apóstol Pedro y no a Pedro el Grande, como se ha sugerido. Al inicio de la Primera Guerra Mundial se le rebautizó como Petrogrado, nombre próximo a las raíces eslavas, para sosegar el sentimiento popular. En 1924 cambió a Leningrado, y finalmente retomó de nuevo su denominación original en la actualidad.

El escenario

Otro de los mitos de la ciudad corresponde a la estatua ecuestre de Pedro el Grande, erigida sobre un monolito. Se le conoce como El Jinete de Bronce como tributo al poema El Jinete de Bronce: Un cuento de Petersburgo, de Alexander Pushkin, quien sostenía que la ciudad era la ventana rusa a Occidente. Con el tiempo, sin embargo, llegó a ser mucho más que eso: era el resquicio por el cual, de la misma manera, Europa penetraba en Rusia. Los periplos de la élite rusa de su país a Europa, conforme al modelo impuesto por Pedro El Grande, significaban el encuentro con un modelo cultural. Cada viaje a Europa significaba la creación de un vínculo íntimo con la civilización.

Uno de los grandes propulsores de la educación europea, Niko-lái Karamzín (1766-1826), sostenía que las maneras y sensibilidades europeas debían penetrar en la mentalidad rusa. Los rusos, consideraba, debían razonar y actuar como europeos; para aquellos, el francés era el idioma refinado y el minué su expresión corporal. Al final de su vida, sin embargo, en su obra Cartas a un viajero ruso, Karamzín llegó a la conclusión de que su sociedad tenía una forma de pensar que la distinguía del resto de Europa.

En la San Petersburgo previa a la Revolución de Febrero, y posteriormente en la de octubre, se percibía con claridad la confluencia de diferentes aproximaciones del modelo social ruso. Los eslavistas añoraban el Gran Ducado medieval de Muscovy, en donde se asienta Moscú, y con ello idealizaron el espíritu ruso: la estructura campesina con sus tradiciones, ritos, símbolos y costumbres... la auténtica forma de vida rusa.

Por su parte, las élites, embelesadas por el arquetipo europeo, se educaban en las universidades de Occidente y abrigaban una concepción de progreso cuyo epítome era San Petersburgo. El mismo Pushkin, en su poema Eugenio Oneguin, expresaba que el espíritu de Gotinga era el que predominaba en la ciudad, en referencia a la universidad alemana radicada allí (Orlando Figes).

Con el tiempo, esta interacción cultural le conferiría una idiosincrasia cosmopolita a la metrópoli. En sus Memorias del subsuelo, Fiódor Dostoievski sentenció: "[...] una conciencia demasiado clarividente es (se lo aseguro a ustedes) una enfermedad, una verdadera enfermedad. Una conciencia ordinaria nos bastaría y sobraría para nuestra vida común; sí, una conciencia ordinaria, es decir, una porción igual a la mitad, a la cuarta parte de la conciencia que posee el hombre cultivado de nuestro siglo XIX y que, para desgracia suya, reside en San Petersburgo, la más abstracta, la más premeditada de las ciudades existentes en la Tierra, pues hay ciudades premeditadas y ciudades que no lo son".

De estas dos...

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