Endeudado, dividido, derrotado...

AutorAlvaro Delgado

En toda la campaña de Josefina Vázquez Mota, de principio a fin, el reclamo de ella y de su equipo fue el mismo: No hay dinero. No lo había de empresarios, pero tampoco -reprochaban- del Partido Acción Nacional (PAN).

Inclusive a finales de mayo de 2012, a un mes de las elecciones, la propia Vázquez Mota hizo pública la penuria de su campaña en un mitin en Chihuahua, el 26 de mayo, al que asistió Gustavo Madero, presidente del PAN.

Ante unas 300 personas, la candidata dijo que ella no ofrecía entregar bultos de cemento, láminas de asbesto ni despensas. "No tenemos ni para publicidad, ya parece que vamos a andar repartiendo alguna otra cosa".

Madero tomó nota de la recriminación, pero negó escatimar recursos y hasta prometió ampliarlos sin rebasar, aclaró, el tope legal. Los 600 millones de pesos para todas las campañas, garantizó, "ya está cubierto".

Pero tras la derrota, que hundió a Vázquez Mota en el tercer lugar y recrudeció la guerra interna, la discusión es la misma, sólo que ahora como parte de la disputa por el PAN personalizada entre Madero y Roberto Gil Zuarth, coordinador de la campaña y su rival por la presidencia de ese partido, en 2010.

En este nuevo episodio de ajuste de cuentas entre facciones -los que respaldan a Madero contra los fieles a Felipe Calderón- gravita un elemento adicional: la deuda que arrastra este partido desde que lo presidió Germán Martínez Cazares, de quien Gil Zuarth fue director jurídico.

Martínez contrató un crédito de 400 millones de pesos para financiar la elección federal de 2009 -que resultó en una debacle y que lo llevó a la renuncia-, el cual no sólo no ha terminado de pagarse, sino que su destino sigue bajo sospecha.

Proceso obtuvo el desglose de esos 400 millones, la mitad de los cuales se transfirió a los comités estatales y la otra estuvo bajo el control de Martínez, el vocero Juan Ignacio Zavala y el estratega electoral Jorge Manzanera. Destaca un dato: sólo en encuestas gastaron 61 millones de pesos.

La deuda ha sido un arma de Madero para acallar las críticas de Gil Zuarth, quien mantiene una rispida confrontación con Juan Molinar Horcasitas, a quien Vázquez Mota se vio forzada a expulsar de su campaña por su responsabilidad en la muerte de 49 bebés de la guardería ABC.

En el informe que rindió ante el Consejo Nacional, el 19 de enero, Madero aseguró que cuando asumió el cargo, en diciembre de 2010, recibió una deuda de 328 millones de pesos y que al finalizar su gestión, en diciembre de este año, la terminará de pagar.

Esta administración recibió una deuda bancaria por 328 millones de pesos. Al día de hoy esta deuda se ha reducido en 68%. Para diciembre de este año se habrá liquidado la totalidad de esta deuda contraída en la administración anterior, sin detrimento a las prerrogativas de los comités estatales, campañas locales y campañas federales.

Pero no es cierto que se liquidará la deuda en su totalidad, porque heredará a la siguiente administración -que podría encabezar si logra reelegirse- un total de 95 millones 454 mil pesos, como reconoce también en su informe, cuya copia tiene este semanario:

"Estaremos dejando a la siguiente administración una reducción de la deuda en más de 70%, saliendo de una campaña presidencial, (de) senadores y diputados federales, en...

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