En las entrañas del monstruo de Texcoco

AutorGloria Leticia Díaz

A pocos días de que se lleve a cabo la consulta ciudadana convocada por Andrés Manuel López Obrador para elegir la sede del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), entre Texcoco y Santa Lucía, un recorrido por algunos de los municipios afectados por la construcción del mega-proyecto saca a la luz historias de resistencia en defensa de la tierra, el territorio y la propiedad, así como de despojo, desacatos judiciales y corrupción.

Reporteros de este semanario recabaron denuncias de afectados en algunos municipios del oriente del Estado de México por la edificación, que según el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) en su primera fase costaría 285 mil millones de pesos, lo que representa un incremento de 69% sobre lo calculado en septiembre de 2014 por la empresa encargada de supervisar la construcción.

Es recurrente la frustración por el desgaste de años de lucha. Las personas entrevistadas se apegaron a las reglas del juego del Estado mexicano: todos han recurrido a instancias judiciales a fin de revertir los daños que les ha causado el megaproyecto, pero los tribunales no les han dado nada.

Los peligros de defender su casa

Apoyada en una muleta, Nieves Rodríguez Hernández sale de su hogar al encuentro de los reporteros. Por negarse a dejar su propiedad para dar paso al "progreso", Nieves se ha convertido en un símbolo de la resistencia.

Su casa de 90 metros cuadrados, construida en medio de un terreno de mil 125 metros en San Salvador Atenco, quedó atrapada entre un camino vecinal y la construcción de la autopista Pirámides-Texcoco. No tiene agua ni luz; los servicios le fueron cortados por su oposición a ceder su propiedad.

Rodeada de perros que le avisan de la presencia de extraños, Nieves se queja de intensos dolores en la pierna izquierda. En febrero se la fracturó al caer en una zanja cuando circulaba en su motocicleta y fue rebasada por camiones con piedra para la megaconstrucción.

"Una zanja la pude esquivar, pero otra ya no. La constructora no se quiso hacer responsable porque dice que no traía casco, y ahora no puedo trabajar porque no puedo doblar la pierna", lamenta la mujer, que ha resistido a los personeros de la empresa Pinfra, a la que en 2015 se le concesionó la construcción de la autopista (Proceso 2131).

En lo que va del año Nieves y su familia han sido más acosados que cuando empezaron su lucha. "Una noche iba llegando a mi casa en la moto, cuando de repente me salió un hombre de entre los árboles y me gritó: '¿Tú eres la pinche vieja que no quiere vender?' En otra ocasión amaneció un muerto en el camino vecinal, frente a la casa, y otra noche que yo ya venía en camino del Distrito (Ciudad de México), de compras, me habló mi hija (para decirme) que un hombre se había metido al terreno, que los perros le ladraban y no se iba. Cuando llegué vi a ese hombre, estaba drogado y tuve que llamar a la policía para que se lo llevara.

"Nunca habíamos tenido problemas, todo...

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