Entregas en caliente / Fortuna agridulce

Rebeca no ha tenido tiempo de secarse y ya está frente a un notario. Lo planeado por una mente perversa y criminal era que ella y Felisberto, el famoso productor de vino, murieran durante el paseo a caballo, luego de su boda. El tío Adolfo, entonces, podría heredarlo todo y por fin cumplir su sueño de juventud: suplantar a su rico y apuesto sobrino como heredero universal.

Pero Rebeca no murió, y ahora está aquí, en la apresurada lectura del testamento. El notario ha leído foja tras foja de palabrería jurídica sin sentido. Pero ahora llega la parte que a todos les interesa. El tío Adolfo abre bien los ojos. Rebeca no necesita tanto el dinero como una retribución, una forma de venganza por la muerte de su joven esposo. El notario lee con voz calmada:

-"Y finalmente, a mi tío Adolfo, le dejo la fortuna de mi familia, las propiedades, los viñedos, las inversiones, todo. La única condición para que reciba todo esto, es que no sea condenado por ningún crimen. Si eso ocurriera dentro de los próximos cinco días, todo será de Rebeca, mi amada esposa. Y a ella, le dejo los aretes de mi difunta y querida madre. Espero que les dé buen uso".

Acto seguido, el notario coloca sobre el escritorio una pequeña caja aterciopelada. Rebeca no lo puede creer. ¿Unos aretes? Abre la caja. Además, son horribles, unas arracadas de concha nácar con los bordes de metal oxidado. El tío Adolfo se levanta, con gesto triunfador, y no puede aguantar la carcajada, la burla. Y así, prepotente, sale de la habitación con sus abogados.

-No se preocupe usted -le dice el notario, cuando se quedan solos -El destino siempre tiene un as bajo la manga.

Rebeca sale a las calles de la ciudad de Mendoza sin un centavo en la bolsa, sola, perdida, muerta de frío, herida y aún con el olor a muerte de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR