Entregas en caliente / Irreconciliable

La siguiente ocasión que Lupita Domínguez y Peyton Thinkerless se encontraron, la hija de mexicanos no pudo matar al racista y partidario de la supremacía blanca, quien había sido su amante a hurtadillas desde la adolescencia, pero le hizo perder el conocimiento. Esto sucedió durante el juicio al que fue sometido Paco Jones, por la acusación de haber violado a Ashley Thompson. Los dos habían sido llamados por el estado para formar parte del jurado. Ambos sabían que a la hora de deliberar iban a tener una confrontación irreconciliable. Peyton deseaba mandar a la silla eléctrica al mensajero y Lupita iba a abogar por su inocencia fuera culpable o no.

El juicio fue una farsa. La parte acusadora no pudo presentar pruebas contundentes. Aunque no se había comprobado nada y antes de que el jurado deliberara, ya se estaba declarando culpable a Paco Jones.

Afuera, miles de mujeres protestaban con pancartas contra lo injusto del juicio, abogando que todas ellas llevaban en el vientre un hijo del mensajero, fruto del cariño y el amor con los que el mexicano las había colmado; que realizaran estudios de ADN para comprobarlo.

Algunas de estas mujeres subieron al estrado a declarar como testigos:

-Yo había tenido relaciones sexuales muchas veces, pero nunca supe lo que era hacer el amor hasta que Paco entró en mi vida. Sé que duró muy poco, pero nadie nunca me ha mirado como lo ha hecho él. Antes incluso de tocarme, yo tuve un primer orgasmo. Sus ojos me desnudaron el alma y con su mirada tocó las partes más sensibles de mi interior -dijo Kanda, una tailandesa exquisita-. Cuando me besó, me levantó de las caderas y me ensartó de un solo movimiento en su enorme pene. Nunca había sentido algo igual. Enredé mis piernas en su cuerpo y tuve...

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