Entregas en caliente / La Timba

Paco Jones y Ricky aúllan de dolor revolcándose en el piso después de recibir una sesión de sexo a través de la práctica del vudú. Después de estimular y lamer sus miembros, Addison Slidell decidió retorcer los miembros de los mexicanos con unas pinzas de depilar. Venía de enterarse que querían liberar a sus esclavas.

-¿Cómo se atreven a pretender liberar a mis esclavos? -Addison se ríe a carcajadas- ¿Por qué querrían mis esclavos ser libres? ¿No se dan cuenta de que ellos aquí lo tienen todo? Todo, incluso hasta las mejores diversiones...

Addison pronunció la última frase con un tono especial creando expectativas. Después sonrió a la docena de esclavos que la acompañaban. A los negros se les iluminaron los ojos.

-Llévenlos a la timba -ordenó Addison y su sentencia causó mucho furor entre los negros. De alguna manera, les estaban dando la oportunidad de vengar tantos siglos de abusos hacía ellos. Habían ido eliminando a los hombres blancos, pero nunca habían tenido la oportunidad de divertirse con ellos. Es cierto que Paco y Ricky no eran completamente blancos como sus dueños, pero cómo se parecían.

Los esclavos los condujeron a una especie de granero. Cuando las puertas se abrieron, los mexicanos sintieron terror. Adentro había una serie de aparatos de tortura escalofriantes. Estaba "El Sarcófago", una especie de ataúd vertical con picos tan filosos como espadas en sus compuertas que al cerrarlas, agujeraban a los torturados. También estaba el "Mundo gira", "El Bloque" y "El Gargalheira".

Ahí los ancestros de los esclavos habían sufrido los peores tormentos. Ahí habían amarrado al bisabuelo de Booker y le habían cortado uno a uno los dedos de las manos para regalarlos como suvenires.

Los esclavos amarraron a los mexicanos a un par de troncos donde...

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