Mi entrevista con "El Chapo"

AutorFabrizio Mejía Madrid

-¿Con quién quiere hablar?

-Sí, disculpe, esta es una llamada anónima.

-¿De quién?

-Pus de nadie, le estoy diciendo que es anónima.

Tras este intercambio, el celular sufrió una combustión espontánea o quizá sólo se le acabó el crédito. Hasta el cierre de esta edición no sabemos de quién era ese celular, pero el hecho es que comenzó a atormentarme la idea de que la llamada fuera del Chapo. Como se sabe, la historia pública de este personaje comienza cuando El Molcajete Rivera asesina al Medio Pollo Gutiérrez Zamora en una marisquería en la que se les niegan a ciertos comensales las tostadas de marlin sólo por su aspecto (el del marlin).

Las investigaciones de la SEIDO, antes SIEDO, antes CHEDRAUI, han concluido que el Medio Pollo era sólo medio narcotrafican-te pues había sobrevivido a que lo cortaran en dos con una sierra eléctrica. La parte izquierda fue la única que murió. Fue durante el sepelio de la mitad del Medio Pollo que El Chapo hizo su aparición pública llevando dentro de una Melera al gobernador de Sina-loa. Lo sacó sólo para que entonara el Himno Nacional acompañado de Los Ocelotes del Triángulo Dorado y alguien parecido a Jenni Rivera, pero la SEIDO nunca obtuvo confirmación de ninguna de estas filtraciones ni de que existió tal sepelio ni de la existencia de Jenni Rivera.

Lo cierto es que las autoridades se enteraron de la aparición del Chapo por un comentario en un programa de deportes y, de inmediato, se dieron a la tarea de invitarlo a cenar. Para ese entonces El Chapo ya controlaba el tráfico de cocaína, metanfetaminas y frijoles La Costeña rumbo a lo que los especialistas denominan "mercado global" y los traficantes llaman "pasando Silao". La cena nunca ocurrió y consistió en platones de abulón y cervezas Pacífico. El presidente de México no asistió y le aseguró al Chapo que le obsequiaría cualquier cosa menos una orden de aprehensión. No hubo carcajadas y el gobernador de Tamaulipas casi se ahoga.

Nada trascurrió con cordialidad y los que no asistieron se despidieron a las puertas de sus camionetas blindadas. El Chapo no se subió a uno de sus submarinos que se transforman en helicópteros y, si así lo dispone, en mesas de billar.

Por los comentólogos sabemos que la organización criminal del Chapo está estructurada a semejanza de un infomercial. Están los que dan la cara tratando de vender el producto -el cártel o razón social-, los que deciden sobre el guión y los castings -se ha sabido de sicarios que no han avanzado en...

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