El esclavismo en " Mongo Blanco", novela de Carlos Bardem

Las 607 páginas de Mongo Blanco acaban de aparecer en nuestro país, publicadas por la Colección Popular del Fondo de Cultura Económica (FCE), número 798, en formatos digital e impreso.

Licenciado en historia, de familia de actores de cine (su hermano es Javier Bardem), declaró hace un año -cuando dio a conocer la novela en su país-que la temática del "mongo" (rey) Blanco le surgió cuando encontró un pie de página que mencionaba a Pedro Blanco Fernández de Trava (Málaga, 1795-Génova, 1854) como "el gran negrero malagueño" del siglo XIX, según señaló al diario catalán La Vanguardia:

"Lo de malagueño me llamó la atención, ya que yo, que he dedicado años a estudiar la historia de nuestro país, nunca había oído hablar de este personaje. Ahí surgió la necesidad de comprender."

Las aventuras de Blanco son recreadas en diálogos con un joven psiquiatra de una institución mental, donde el esclavista termina sus días. Los primeros 12 capítulos están contenidos en el apartado inicial de tres, "Málaga"; "África" abarca del decimotercero al 20 y, finalmente, con la sección "La Habana", Mongo Blanco suma 25.

El FCE entregó en exclusiva un adelanto de la obra, seleccionado por Proceso (RP).

XIII.- En África

Pedro, cuéntame ese sueño que tanto se repite. -Claro, doctor, anoche mismo lo volví a soñar. Casi siempre igual desde hace más años de los que recuerdo. -¿Nada cambia en él? -Sí, alguna cosa, algún detalle... Personajes aparecen y desaparecen, a veces hablan, hablo más. O menos... Pero es siempre muy parecido. -Cuéntamelo.

-Estoy en un barco negrero, un bergantín... O uno de aquellos hermosos clippers que compré en Baltimore. ¿Sabes que esa ciudad era la capital mundial del abolicionismo? Siempre me hizo gracia la ironía de comprar allí los mejores barcos para la trata. ¡En fin...! Atracado en puerto, abarloado junto a otros, miles de otros barcos. Como si fueran un reflejo infinito en un espejo... A latigazos, atados de a dos y engrilletados, salen los negros a cubierta. Lloran, otros tascan con odio los dientes. O cantan con tristeza. El contramaestre azota aire y espaldas con el látigo. Los negros murmuran en sus lenguas, chorreando sudor y sangre. Maffa, maffa!, gritan algunos alzando las cadenas al cielo...

-¿Maffa?

-Significa "holocausto" en suajili, una de las lenguas de los negros africanos. Se sienten víctimas.

-Sigue.

-Los muleques, los críos, lloran, hipan y tiemblan pese al calor de mil demonios, parecido al africano. Las mujeres lloran...

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