Y el espaldarazo de Trump

AutorTemoris Grecko

En el nivel de sus ambiciones individuales, sin embargo, nada de esto le resulta tan útil como el militante número uno de su empeño electoral, Donald Trump. No hace falta que el presidente estadunidense acuda a los mítines para hacer sentir la magnitud de su aporte: los obsequios que le ha dado a su candidato son tan invaluables, tan extraordinarios, que torpedean la estabilidad, la paz y la legalidad internacionales.

El último de ellos fue el reconocimiento oficial de su país a la anexión del Golán por parte de Israel, en violación de tres resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y de la propia Carta de la ONU que, en un intento de terminar con las guerras de conquista prohibe el despojo territorial de un Estado a otro.

No sólo rompe así un principio básico de la legalidad internacional: sienta un precedente que puede pesar en otros delicados conflictos, incluidos algunos que van directamente contra los intereses de Washington.

La guerra de 1967 transformó el rol de Israel en el escenario global, al pasar de país bajo asedio a potencia ocupante. Tomó Cis-jordania y la franja de Gaza (ambos territorios son hoy considerados la base de un futuro Estado palestino) de Jordania y Egipto, respectivamente; y a Siria le arrebató la región conocida como Altos del Golán.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha exigido tres veces la devolución del territorio a Siria. La última de ellas, la 497, en 1981, después de que Israel aprobó una ley de anexión.

Durante 28 años ningún país reconoció la soberanía israelí sobre el Golán, hasta el 25 de marzo pasado, cuando Trump firmó una proclamación en sentido contrario. Dos días después, en una sesión urgente del Consejo de Seguridad solicitada por Siria, Estados Unidos fue vapuleado por los otros 14 miembros: "Esta acción unilateral no ayuda a encontrar una solución de largo plazo para el conflicto en Medio Oriente", advirtió el embajador sudafricano Jerry Matjila.

El capítulo primero de la Carta de las Naciones Unidas reza: "Todos los miembros deberán abstenerse en sus relaciones internacionales de la amenaza o uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia de cualquier Estado". La contundencia de esta legislación, creada en 1945 tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, está dirigida a eliminar la principal causa de los conflictos armados: la adquisición de territorio.

Si se consolidara la anexión del Golán, los sectores de la ultraderecha israelí que demandan proceder...

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