Esquizofrenia política

AutorHéctor Tajonar

Esa esquizofrenia política ha tenido consecuencias nefastas para el desarrollo del país. El abismo entre el país legal e institucional plasmado en los textos y el de la realidad cotidiana, es causa fundamental del atraso político y social. El problema no está en las instituciones y las leyes sino en los encargados de administrarlas y de aplicarlas. La corrupción e ineptitud de los gobernantes ha sido y es el lastre de la nación.

En el ámbito de la justicia, México ocupa uno de los sitios más bajos en el índice que mide la calidad del estado de derecho a nivel internacional, al ubicarse en el lugar 88 entre 113 países. A escala regional, el país es el número 24 entre 30 naciones de Latinoamérica y el Caribe. En el terreno específico de la justicia penal, la posición de México es aún más vergonzosa: Tiene el sitio 108 entre 113 naciones. ¡Sólo cinco países en todo el mundo tienen una peor justicia penal que la de México! (World Justice Proyect, Rule of Law Index 2016).

Esas cifras coinciden con las del Latin-obarómetro 2016, en el que México ocupa el último lugar de la región en materia de respeto a la ley. Sólo 56% de los mexicanos piensa que está obligado a obedecer la ley. La desconfianza en las policías, los Ministerios Públicos y los jueces -es decir, en la seguridad pública, la procuración e impartición de justicia- deriva en que sólo uno de cada diez delitos sea denunciado; en el 91% de los casos no se inicia una averiguación previa. En consecuencia, el nivel de impunidad es ignominioso: 99% de los delitos que se comenten en el país no son castigados.

Obviamente, entre los beneficiarios de la impunidad se encuentra más de una docena de exgobernadores del partido del presidente Peña Nieto, reputados por sus dotes para disponer del poder y el erario públicos para enriquecerse. Esos corruptos de cepa cuentan con la aquiescencia y complicidad de quienes, desde las más altas esferas del gobierno federal, y por encima de la ley, protegen a sus correligionarios para que permanezcan inmunes e impunes. Claro, empezando por ellos mismos.

En ese fétido caldo de cultivo prolifera la delincuencia, aumenta la inseguridad pública y el crimen organizado se infiltra hasta la médula en los tres niveles de gobierno. "El narco está en la sociedad, arraigado como la corrupción", le dijo El Mayo Zambada al fundador de Proceso, Julio Scherer García (abril de 2010). La cadena de podredumbre llegó para quedarse, y permanecerá enquistada en el cuerpo social...

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