La estrategia: eliminar a un cártel para poner a otro

AutorJorge Carrasco Araizaga

Ante las dificultades para echar a andar la Gendarmería Nacional, el gobierno de Enrique Peña Nieto apostó por las autodefensas bajo la lógica de dividir a los grupos de civiles armados, pero con el riesgo de generar "unidades de ciudadanos soldados" que difícilmente se sujetarán al control gubernamental.

Michoacán no deja de ser "un experimento" del gobierno federal, observan analistas internacionales que, por separado, advierten también que las decisiones de Peña Nieto apuntan a la creación de una fuerza armada permanente autónoma e independiente, con la sustitución del Cártel de Los Caballeros Templarios por otra estructura delictiva.

Escéptico sobre las acciones del gobierno de Peña Nieto en Michoacán, Gary J. Hale, quien fue jefe de inteligencia de la DEA en México y en Houston, Texas, asegura que será difícil controlar a los grupos armados que han sido fortalecidos por la administración actual, sobre todo por el tiempo que pasará antes de que la Gen-darmería Nacional llegue a tener control en las zonas michoacanas donde no han podido asentarse el Ejército ni la Marina ni la Policía Federal.

Más crítico aún es Romain Le Cour Grandmaison, investigador francés en seguridad internacional, quien asegura que, más que una estrategia, la táctica de Peña Nieto fue negociar con los grupos armados para reducir la tensión social, pero bajo el principio de dividir y vencer, "seleccionando con criterios variables cuáles autodefensas podían existir, cuándo, cómo y con qué formas de acciones, y fragmentando a algunos grupos a través de la detención de sus líderes".

Dice que a partir de una visión de "seguridad armada" para Michoacán, Peña Nieto dio lugar a una oposición legal y a una ilegal, estableció una relación de aliados y enemigos, y ha arremetido contra estos últimos.

Fue el caso, primero, de Hipólito Mora, líder de las autodefensas en La Ruana, localidad del municipio de Buenavista, acusado de homicidio, aunque posteriormente fue liberado. Luego tocó el turno a José Manuel Mireles, quien fue el principal vocero y dirigente de los civiles arma-dos. Mireles fue detenido el viernes 27 de junio, acusado de portación ilegal de armas y de posesión de droga, por lo que se encuentra detenido en el penal federal de Hermosillo, Sonora.

Mireles Valverde, fundador de las autodefensas de Tepalcatepec, e Hipólito Mora habían anunciado en mayo pasado, durante un acto realizado en el Polyforum Siqueiros, en la Ciudad de México, la creación de una red nacional de "autodefensas sin armas".

Crítico de la política federal para Michoacán, Mireles fue detenido en la tenencia de La Mira, del municipio de Lázaro Cárdenas, luego de convocar a la toma de esa ciudad portuaria y de Morelia, la capital del estado.

De visita en Michoacán, el pasado jueves, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, expresó que en el caso del exvocero de las autodefensas "se aplicará la ley". En declaraciones a la prensa, agregó: "Sería criminal mezclar un tema de seguridad con un asunto político".

Después de investigar directamente en Michoacán, Gary J. Hale y Romain Le Cour Grandmaison coinciden: A falta de una solución de fondo, Peña Nieto optó por la apuesta riesgosa de negociar con algunos grupos armados sin afectar las...

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