La del Estribo / Entre la farándula y la grilla

Impopularidad tiene asegurada todo el que goza de popularidad

Anatole France

En estos tiempos políticos, con las elecciones a la vista, a poco más de un mes, surgió un tema que yo recuerdo haber discutido antes: ¿deben los actores introducirse en el mundo de la política y postularse como candidatos a un cargo de representación popular?

Hecha la pregunta, yo diré, de entrada, que están en todo su derecho como mexicanos. Ahora, el mensaje político que recibe la ciudadanía no siempre es el más efectivo. Si bien es neta que no es la primera vez que actores le entran a la grilla (recordemos los casos de Ignacio López Tarso, Silvia Pinal, María Rojo y Julio Alemán, por ejemplo) también es cierto que ante el boom de candidaturas hoy en día de figuras del espectáculo tendremos que voltear la vista, irremediablemente, hacia los partidos políticos.

Si ponemos en la mira al Partido Acción Nacional, concretamente en el Comité Directivo Regional en el Distrito Federal, con Don José Luis Luege al frente, podemos observar toda una "estrategia" para buscar votos que no he podido descifrar. Porque no acabo de entender cómo fue que postuló a la señora Laura Zapata como candidata a una diputación federal y dejó fuera a muchos brillantes militantes -en un poco claro proceso de selección a través de un examen de conocimientos con resultados cuasi inapelables- con muchos años dentro del partido, que hicieron la talacha en mangas de camisa cuando se requirió y buscaban su oportunidad, su momento para contender.

¡Que quede claro! No tengo nada en contra de Laura Zapata, quien no tiene la culpa del ofrecimiento que le hicieron, pero para ser diputado estoy convencido que se deben tener ciertos conocimientos, por lo menos de derecho, de finanzas públicas y del funcionamiento de la administración pública. Y conste que dije "por lo menos".

La experiencia nos dice que cuando los actores se van de políticos no les va muy bien y son pocos los que hacen un papel decoroso, como el caso de Julio Alemán y María Rojo. Caso aparte merecen los...

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