El eurocentrismo y el patrimonio precolombino (Primera de dos partes)

AutorJorge Sánchez Cordero

Las piezas precolombinas en posesión de Hurtado de Mendoza destacaron junto con las de Gaspar Galcerán de Castro de Aragón y Pinos (1584-1638), primer conde de Guimerá. Sin embargo, salvo estos casos aislados, no hubo en España una colección de bienes culturales prehispánicos en sentido técnico. Conforme a la legislación española, los nuevos territorios y los monumentos indígenas les pertenecían a la corona, que carecía de una política de colección y de preservación de tesoros sustraídos de aquellas tierras. Fue hasta 1716 cuando la monarquía peninsular implantó una directriz oficial sobre coleccionismo, que incluyó precisamente los bienes culturales referidos.

Resulta claro que, ante la ausencia de catálogos de las colecciones de la época, el perímetro de los análisis en la materia debe ampliarse a la correspondencia que mantuvieron los embajadores franceses, quienes dieron cuenta de algunas colecciones de Felipe II albergadas en el Palacio del Alcázar de Madrid, en donde ahora se asienta el Palacio de Oriente.

Pero fueron Pierre de Villars (1623-1698) y su esposa Marie Gigault de Bellefonds (1623/1626-1706) quienes se expresaron con mayor detalle sobre las antigüedades precolombinas.

El intercambio de misivas entre Gigault de Bellefonds y Ma-rie-Angelique du Gué de Bagnols (1641-1723), señora de Cou-lange, figura entre los textos relevantes sobre el reino de Carlos II El Hechizado y son unos de los documentos mejor logrados de la literatura francesa.Tanto la primera como la segunda gravitaban en torno a Madame Marie de Rabutin-Chantal, marquesa de Sévigné (1626-1696), una de las literatas francesas que mejor exploró el género epistolar.

La trama

Cualquier análisis que pretenda explicar en forma satisfactoria el comercio de los bienes culturales mexicanos debe abordar en principio las reflexiones especulativas y actitudes registradas precisamente en el medioevo, que tienen una incidencia importante en el coleccionismo europeo de los siglos XVI, XVII y XVIII.

El coleccionismo escolástico medieval vinculaba el arte con la divinidad. Los templos se convirtieron por lo tanto en los repositorios de los objetos artísticos, todos ellos imbuidos de un sentido religioso, como los cálices, candelabros, tapices y monumentos funerarios, entre otros.

De especial importancia eran las reliquias atribuidas a los apóstoles y a los mártires; las creencias se extendían a todos aquellos objetos que pudieran haber estado en contacto con ellos. Por ello eran celosamente guardados en valiosos relicarios y tenían incluso connotaciones políticas notables. Así, a las reliquias se les asignaban cualidades individuales y autoridad, que resultaban...

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